Aníbal Lotocki está en el ojo de la tormenta. Luego de la muerte de Silvina Luna y de Mariano Caprarola, se conocieron terribles casos de pacientes que también sufrieron mala praxis por parte del polémico cirujano. Por eso, el pedido de justicia es cada vez más insistente.
Una de las figuras que se suma al historial de denuncias es la vedette Lorena Liggi que formó parte de incontables obras teatrales, como Escandalosas con Moria Casán y Carmen Barbieri. En una entrevista exclusiva con TN Show, contó que hace diez años era amiga del médico y reveló que él se burló de su confianza y le inyectó el cuestionado producto sin su consentimiento. “Lo tengo en el costado de la cadera”, expresó.
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Tal como relató, en 2012 Lorena se sometió a una lipoescultura por consejo de Lotocki. En aquel entonces, se reunía todas las semanas a cenar con el cirujano y con Pamela Sosa, ya que eran compañeras de teatro. Sin embargo, jamás pensó que tiempo después se enteraría que él le ocultó información sobre el proceso estético que le realizó en el consultorio del barrio de Belgrano. “Es un psicópata, te generaba confianza. Hasta tal punto que llevé a mi mamá a que se retoque la cara”, dijo indignada.
“Yo había firmado contrato para hacer Escandalosas con Moria Casán y Carmen Barbieri. Quería estar bien de cuerpo”, comentó la vedette sobre la inquietud que le presentó a Aníbal. Si bien ella solo tenía pensado usar aparatos para tonificar su cintura, él le aconsejó hacerse una cirugía estética. A pesar de sus temores, Liggi aceptó y en la actualidad piensa con denunciarlo judicialmente. “Me enteré sentada en un programa de TV que él me había colocado el producto”, contó a este medio.
Además, Lorena vivió de cerca el sufrimiento de Mariano Caprarola, a quien conoció hace más de 20 años. En diálogo con TN también dio a conocer el vínculo que tenía con él, con su mamá Fady y recordó cómo fue enterarse de la muerte del productor de moda. Sobre esto, relató: “Compartíamos camarin, él estaba siempre tirado en el piso tomando medicación durante los descansos para aguantar el dolor”.
Lorena Liggi relató su experiencia con Aníbal Lotocki: de tener una profunda amistad a inyectarle una sustancia mortal
En medio de la polémica por la muerte de Silvina Luna, Lorena Liggi alzó su voz y en un diálogo con TN dio a conocer la terrible experiencia que vivió con Aníbal Lotocki. Pasó de ser su gran amigo, con quien cenaba todas las semanas, a la persona que le generó un temor que la atormenta en la actualidad. “Me encuentro dolores por todos lados, estoy con miedo. Este producto en algunos casos es mortal, ¿cómo va a ponerlo sin decírtelo?”, expresó y contó que actualmente está en la búsqueda para saber con precisión qué fue lo que le inyectó.
-¿Cómo fue el momento en que te convenció para operarte?
-Fue en el 2012. Estaba en su casa, un día que habíamos ido a comer y hacer karaoke. Recuerdo patente que yo había firmado contrato para hacer Escandalosas con Moria Casán y con Carmen Barbieri. Quería estar bien de cuerpo, pero siempre estuve conforme porque tenía una genética que me ayudó mucho. Ese año sentía que no estaba bien de cintura. Le consulté a Aníbal, porque él tenía una clínica de estética, para ver qué aparatología podía usar para en dos o tres meses llegar mejor al verano. Me dijo: “Vení a la clínica que yo te hago una pequeña lipoescultura y en un mes estás bárbara”. Yo le respondí que me daba un poco de miedo, soy muy temerosa. “¡No pasa nada! Venite que no hay problema”, me respondió.
-Y te convenció… ¿Cómo saliste de la operación?
Sí, fui. Me dijo que iba a quedar divina. Le consulté en ese momento por la transferencia de grasa, para rellenar sectores del cuerpo. Le comenté que yo tenía un huequito en la pierna y que si me sacaba grasa quizá lo podía rellenar. Me dijo que me lo hacía. Me operó, salí bien de la operación, me recuperé muy bien.
-Él te dijo que te ponía grasa. ¿Cómo te enteraste que además te puso otro producto?
-Cuando empezaron a salir las denuncias públicas a mí me llamaban de algunos programas de TV. Y en 2015 fui a Este es el show (eltrece), el programa de José María Listorti y Denise Dumas. Mientras contaba que no había tenido ningún problema con la operación, Lotocki manda un mensaje defendiéndose y diciendo que el producto que él ponía no estaba mal, que estaba aprobado. “Sino mírenla a Lorena que tiene el producto, y está bien ahí sentada”, dijo. Así me enteré que me lo había puesto.
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-¿Sabés en dónde te lo colocó?
-Por lo que vi en la tomografía, tengo en el costado de la cadera y en la parte baja de la cintura. Yo siempre fui flaca y en esa zona se me hacía un huequito. Por eso le pedí que rellenara con mi grasa.
-¿Te hiciste la tomografía porque tuviste dolores?
-Si, por un dolor de cintura. La vio el médico de Mariano Caprarola. Me dijo que es muy poquito lo que tengo puesto, es un relleno. Él no me hizo glúteos. Pero más allá de que sea poco, y de que no tenga dolores, eso yo no se lo pedí. No me lo quise hacer y además no lo supe hasta mucho tiempo después.
-¿La operación la pagaste o fue por canje?
-Yo pagué los gastos, pero me hizo un buen precio. Me cobró barato.
-Cuando escuchabas el dolor de Silvina Luna hace diez años, ¿vos qué pensabas en ese momento?
-Nunca tomé partido, cuando me llamaban de un programa yo decía que estaba bien. Pero porque me hizo una lipo y creía que no me había puesto nada. Nunca fui una defensora, pero jamás puse en duda lo de Silvina porque cada cuerpo es distinto y nunca sabés lo que el otro le puede estar pasando.
-¿Dónde te operaste?
-En la clínica que él tenía en Belgrano. Yo pensé que estaba habilitado, pero con el tiempo me enteré que el quirófano no lo estaba. Además no sabía que la operación que me hacía era tan invasiva, y requería de otro tipo de cuidado por si me pasaba algo. No está preparado para una reanimación, o para otro tipo de urgencias.
-¿Sabías que no era cirujano plástico?
-No, no lo sabía en ese momento. Sabía que era médico cirujano plástico y estético. Pero después me enteré que él es médico recibido, tiene ese título de la Universidad de Corrientes. Por lo que me explicaron, estudió Medicina y te entregaban el título de cirujano, pero no significaba que lo fueras porque él no se especializó en nada de lo que hacía.
El presente de Lorena Liggi: el temor y la búsqueda de justicia por las victimas
Actualmente Lorena está instalada en Mar del Plata desde hace dos años. Allí, vive con su hija Indiana de 6 y está encargada de administrar el Teatro Corrientes junto a dos socios más. “Uno de ellos es el papá de mi nena”, cuenta. El verano pasado, hicieron temporada con nada más y nada menos que Nito Artaza. También, conduce el programa de TV Connection (UCL) y trabaja en la radio Vorterix de la ciudad costera.
-Aníbal Lotocki está en el centro de la polémica. Cada vez aparecen más relatos de víctimas, además de la muerte de Silvina Luna y Mariano Caprarola. ¿Eso te genera miedo?
-Con todo lo que está pasando los miedos están. A Silvina no la conocí mucho, pero era divina, donde te la cruzaras o la vieras era un amor. Así que la recuerdo con muchísimo cariño. Entonces uno está con todo ese dolor por la gente que se va injustamente, sumándole el temor de que me pueda pasar algo. Veo un montón de gente que está sufriendo y digo este hijo de put… hizo esto y no es capaz de admitirlo. ¿La Justicia dónde está?
-¿Pensaste en denunciarlo ante la Justicia?
-Si, lo pensé, para que se haga justicia por Silvina, por Mariano y por todos los que están sufriendo. Le mandé un mensaje a Pamela Sosa y a Fernando Burlando. Quiero sumarme por más que yo esté bien, porque hay un daño psicológico. Ahora a mí me preocupa todo, me encuentro dolores por todos lados porque estoy con miedo.
-¿Te empezaste a realizar otros estudios médicos?
-Si. También fui a un médico clínico para quedarme tranquila. La calcemia es muy silenciosa, quiero saber que funciona todo bien.
-¿Volviste a hablar con Lotocki?
-No, le mandé un mensaje después de que dijera lo de mi producto en TV. Me terminé enojando y no volvimos a hablar más.
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-¿Qué opinás de todo el hermetismo que hay alrededor de Aníbal?
-No puedo creer que con todo lo que pasa, él haya podido seguir operando durante tanto tiempo. A veces no veo lo que pasa porque me hace mal. Este producto que aplica en algunos cuerpos es mortal. Y eso él tiene que saberlo y decirlo. Él no le avisaba nada a sus pacientes, incluso cuando estaban en el quirófano los hacía de pie a cabeza nuevos sin su consentimiento. Tendría que tener un criterio médico, ¿cómo hacés para recuperarte de todo eso?
-Él fue tu amigo, y pasó a ser quien te inyectó un producto nocivo en el cuerpo. ¿Cómo se ganaba la confianza de sus pacientes?
-En ese momento había mucha confianza, no había ninguna denuncia en su contra. Es un psicópata. Es una persona muy encantadora, en el sentido de que te explica las cosas y te convence fácilmente. Por eso te daba confianza. Imaginate que yo llevé a mi mamá para que se retoque la cara. Menos mal que no se hizo nada. Tiene una forma de plantearte las cosas que hace que le creas.
“Sufría mucho los dolores”: el relato de Lorena Liggi sobre su amistad con Mariano Caprarola
En uno de sus recientes posteos de Instagram, Lorena despidió a Mariano Caprarola junto a varias fotos de los dos abrazados. “Fui testigo de tu dolor y tu lucha. ¡Que se haga justicia! Somos todos víctimas de este hijo de p…”, había escrito ella con profundo dolor.
-¿Cómo era tu vínculo con Mariano Caprarola?
-Lo conocí hace más de veinte años, hacíamos shows juntos. Entre los bailarines estaban Marcela Baños y Robertito Funes Ugarte, éramos un grupo de eventos. Después con el tiempo seguimos siendo amigos y compartimos una temporada en el 2004. La obra se llamaba El Klon recargado… de risa y la hacíamos junto con Tristán e Iliana Calabró. Ahí él empezó Iliana y a vincularse con la moda. Seguimos siempre en contacto, yo conocí a su otro hermano fallecido, también a su mamá.
-¿Cómo fue enterarte de su muerte?
-Fue un baldazo de agua fría. No me lo imaginé, ni lo supe, pero sí estaba al tanto de la preocupación por su salud y por toda la gente que él conocía que había pasado por las manos de Aníbal.
-¿Viviste de cerca su sufrimiento?
-Hace dos años lo contratamos, él estaba como figura, lo encabezaba Gonal. Compartíamos camarín y por eso supe de sus dolores de cintura, de lo que él sufría. Nunca supe que tenía problemas de riñón. Estaba siempre tirado en el piso tomando medicación en los descansos porque le dolía muchísimo. En ese momento me presentó a su médico con el que se estaba tratando, él hizo un par de consultas por mí.
-¿Te llegó a contar algo sobre las amenazas que recibía para no denunciar a Lotocki?
-No, de eso no. Evidentemente algo había. Pero yo sabía hace un año atrás que él por algo no quería denunciarlo. Es una opinión propia: él como trabajó un poco en la clínica y era su amigo, quizás por ahí no quería hacerlo por esa razón.
-¿Qué recomendación les darías a aquellas personas que tienen intenciones de realizarse intervenciones estéticas?
-Primero hay que trabajar mucho el amor propio incluso antes de ir a un médico estético. No comparto eso de operarse, pero si alguien tiene algo que quiere mejorar y lo hace en manos de buenos profesionales, no veo por qué no. Siempre siendo consciente, analizar con quién te vas a atender. Hay que trabajar mucho el interior, hay que buscar un equilibrio. Lo importante es cómo somos.