Ya se repartieron las cartas de un juego muy largo, que pronostica meses y meses de duración. Gran Hermano levantó su telón de una nueva temporada, otra más en el aire de Telefe que lo necesita con urgencia para alimentar las mediciones del prime time.
Dentro de esa montaña de participantes, con veinticuatro desconocidos que se tiraron de cabeza al encierro voluntario y aislamiento de la vida real, aparece un joven de dieciocho años que intentó ser futbolista profesional y se quedó en las puertas y ávido de fama se anotó en el programa.
Se trata de Luca Figurelli, quien en su presentación admitió que su mayor sueño es alcanzar visibilidad pública y tratar de convertirse en influencer, dado que probó la idea de ser streamer, pero falló en sus propias palabras: “Porque no me veía ni una sola persona. Es un sueño que tengo pendiente”.
Además, el oriundo de Berazategui explicó en ese videoclip de Gran Hermano otro aspecto de su personalidad: “Soy chamuyero, me gustan las mujeres”. En tanto que reconoció que no posee ninguna estrategia para sobrevivir en la casa y evitar las eliminaciones.
Lo más curioso de todo el caso es que Luca abandonó un trabajo sin avisar, ya que ni siquiera le contó a su jefa que lo habían convocado del programa de Telefe. Por eso se viralizó el video de la supervisora enterándose de su entrada en vivo. En las imágenes la mujer exclamó: “Estás mirando Gran Hermano y ves a un empleado tuyo entrar a la casa”.
En la continuidad de ese posteo, la empleadora de Figurelli añadió: “No, yo me muero”. Mientras que una amiga le pregunta: “¿Trabaja con vos? ¿Qué hace?”. Ante lo cual agregó: “Es el de ventas. ¿Por qué siempre me cagan? Mañana me faltará un empleado”. No se muerde la mano que te da de comer.