Guillermo Michel encabeza las negociaciones. ¿Qué les prometen? ¿Por qué resisten?
La Secretaría de Comercio anunció que más de 340 empresas se sumaron al compromiso de adhesión del programa Precios Justos, que incluye los rubros de consumo masivo, insumos difundidos, combustibles, medicamentos, calzado, indumentaria, línea blanca, motos, electrodomésticos y celulares y cadenas de supermercados y mayoristas. Pero el acuerdo todavía es «de palabra».
El Gobierno aún negocia con un sector clave: el de los frigoríficos, más teniendo en cuenta los fuertes aumentos de la carne en los últimos días.
Y aún faltan definir detalles, y sobre todo falta el texto que dará forma al decreto que contiene los beneficios fiscales para compensar el retraso de los precios.
Las empresas que ingresen al acuerdo y cumplan con el tope del 5% establecido, recibirán beneficios impositivos y fiscales, a los que se sumará un programa de crédito a tasa subsidiada para las PyMEs proveedoras de supermercados.
Inevitablemente las compañías pusieron el foco en los incentivos. El Gobierno les habló de recortes fiscales y una fuerte rebaja en el impuesto País, de 7,5% que les rige cuando acceden a los dólares oficiales para poder importar.
Aquellas empresas que incumplan con el trato y suban los precios, perderán esos beneficios.
Anoche, en un intento por mostrar avances, el secretario de Comercio, Matías Tombolini publicó la lista de empresas que acompañan el acuerdo: «Más de 340 empresas de los principales sectores del consumo renovaron su compromiso con Precios Justos. Un esfuerzo compartido entre empresas y Estado para proteger el bolsillo de las y los argentinos», expresó en la red X (ex Twitter).
«Con la instrucción del ministro @SergioMassa, venimos llevando adelante una negociación que permitió la renovación de los acuerdos de precios vigentes con diferentes sectores económicos», expresó Tombolini.
En otro posteo Tombolini señaló: «Así, la unidad de negociación, que coordina @MichelGuilleOK, permitió incluir aspectos novedosos en esta etapa, donde el esfuerzo se reparte entre las empresas y el Estado, para proteger el impacto en los precios, derivado de la devaluación impuesta por el FM».
El acuerdo que impulsó Michel prevé un ajuste mensual de 5% hasta el 31 de octubre.
Las tratativas entre Gobierno y empresas siguen siendo duras. Michel pidió que se diera marcha atrás con numerosos aumentos. Les dijo a las empresas que no bastaba un compromiso de palabra y que había que dejarlo por escrito. Por ahora el paper no está y las rúbricas tampoco. Siguen negociando.
Michel se encontró con la resistencia de muchas empresas que ya participan del programa. Argumentan “la incertidumbre inflacionaria y las elecciones de por medio».
No los entusiasma demasiado una rebaja del impuesto PAIS, ya que en promedio ese impuesto gravita entre 1,5 a 4,5% en los costos.
La semana pasada también se dio a conocer el acuerdo con laboratorios nacionales y cooperativos para que «no haya más aumentos de medicamentos hasta el 31 de octubre», por el que «el Estado cede parte de impuestos y las empresas ceden parte de su rentabilidad», de acuerdo con lo informado por Massa.
También se selló un compromiso con las empresas expendedoras de combustibles, luego de la suba implementada previamente por las compañías del 12,5%.
«Entramos en un sendero en el cual no habrá más incrementos de combustibles, producto de una decisión en la cual el impacto de la devaluación la termina asumiendo el consumidor, una parte las empresas y una parte el Estado que va a resignar parte de los recursos que pagan las empresas», explicó Massa al respecto.
SN