La derrota en el Maracaná es un golpe del que costará salir adelante. El primer fusible ya saltó: Jorge Almirón renunció apenas Boca pisó la Argentina. Fue un sacudón inesperado para Juan Román Riquelme. Es el vicepresidente ídolo debe ser quien más esté sufriendo en estos días turbulentos que se desataron a menos de un mes de plebiscitar su gestión en las elecciones del 2 de diciembre. Habrá que, más temprano que tarde, salir a buscar nuevo DT. Pero esa no es la única tarea para el Consejo de Fútbol. También será momento de mirar al equipo y hacer un balance hacia el interior del plantel pensando en lo que viene.
En lo inmediato, el objetivo del Xeneize es vital: clasificar para la Libertadores del año próximo, una alternativa que podía darse en Río de forma automática si le ganaba al Fluminense. Ahora toca remar en la tabla anual de la Copa de la Liga, donde quedan tres partidos, o ganar la Copa Argentina, que lo tiene en semifinales. Un panorama difícil para un grupo que tendrá que recuperarse anímicamente, porque en lo futbolístico pareció dar la talla contra el flamante campeón de América.
Sin embargo, en estas semanas en que se hablará más de las urnas que del Boca que se viene, el Consejo de Fútbol que trabaja bajo la órbita de Román, deberá mirar hacia adelante, con la principal incógnita en torno a quién será el sucesor de Almirón -Mariano Herrón será el interino-.
Tras apostar todo al Maracaná y quedarse sin nada, el entrenador se mostró abatido y dejó una frase sobre el futuro que pareció salirle del corazón: «Se derrumbó un sueño hoy pero esto sigue, y este es un club muy grande que se tiene que levantar siempre». Lo dijo dos veces, sin incluirse. Ya rondaría en su cabeza la idea de dar un paso al costado.
Pulgar abajo. Jorge Almirón se fue de Boca. Foto: Fernando de la Orden / Enviado Especial – Clarín
Hora de evaluaciones
Más allá de la sucesión de Almirón, la dirigencia también tiene que evaluar cómo reconstruirá el equipo. Hay nombres del plantel a los que se le termina su contrato y otros que parecen haber cumplido un ciclo, junto a aquellos que no se sabe si estarán en 2024 debido a este nuevo e incómodo desafío que es la clasificación a la próxima Libertadores.
En el primer grupo aparecen Diego «Pulpo» González y Facundo Roncaglia, dos veteranos que se encargaron más de trabajar silenciosamente en un vestuario lleno de chicos que en responder dentro de la cancha, y estarían viviendo sus últimos días como jugadores de Boca. Distinto es el caso de Miguel Merentiel, que llegó a préstamo por un año desde Palmeiras y el club hará uso de la opción para que se quede: el uruguayo fue uno de los grandes aciertos del año, porque los hubo.
Merentiel seguirá en Boca. Foto: Fernando de la Orden / Enviado Especial – ClarínPor otra parte, hay jugadores que parecen haberse quedado sin crédito en la paciencia del hincha, y lo más prudente sería que busquen un nuevo rumbo a su carrera. Uno es Darío Benedetto, que volvió por la revancha y no fue aquel de 2018: en su segundo ciclo lleva 80 partidos y 25 goles, y quedó como la cara de la derrota en otra final. Junto a él está Frank Fabra, el talentoso colombiano ungido por Riquelme como el clon de Marcelo, que se hizo expulsar tontamente ante Flu para darle la razón a los que lo cuestionan, más allá de su notable palmarés en el Xeneize: 224 partidos jugados, 15 goles y 8 títulos en siete años. ¿Y Guillermo Pol Fernández? El de Granadero Baigorria fue de menos a más en la Copa pero su juego no luce ante los ojos del público y suele ser el chivo expiatorio en cada frustración.
¿Ciclo cumplido para Pipa Benedetto? Foto: Fernando de la Orden / Enviado Especial – ClarínA Boca le faltaron triunfos en 2023 pero principalmente estuvo flaco de héroes capaces de ganarse un pasaje directo al corazón de su gente. Lo tiene Chiquito Romero, uno que se descuenta que siga el año próximo, cuando cumpla 37 años de edad. Lo mismo Luis Advíncula, la gran figura en el Maracaná, y corre también para Marcos Rojo y Nicolás Figal, la dupla central que se afirmó pese a las lesiones.
El Colo Barco, con futuro en Europa. Foto: Fernando de la Orden / Enviado Especial – ClarínTambién hay fe en los pibes de Boca Predio, a los que ya no hace falta nombrar porque salen de memoria. Genera incertidumbre, eso sí, saber qué pasará con Valentín Barco, el chiquilín de 19 años al que se le augura futuro de estrella: el Colo no hizo pie en el Maracaná y quizás eso demore un poco su inevitable llegada a Europa.
Edinson Cavani: ¿seguirá si no hay Libertadores en 2024? Foto: Fernando de la Orden / Enviado Especial – ClarínDe todos ellos, el que más deseaba hacerse leyenda era Edinson Cavani, quien cumplió su sueño de jugar en Boca y dijo que cambiaba todos sus títulos (salvo la Copa América con Uruguay) por ganarle al Fluminense. En estos primeros meses, el Matador se sacrificó por el equipo pero falló en lo que se creía su especialidad, frente al arco. Tiene contrato hasta fines de 2024 y podría dar vuelta la historia, aunque habrá que plantearse qué pasaría en caso de no clasificar a la Libertadores, una circunstancia que haría cambiar notablemente los números en la economía del club de La Ribera. Un barrio que todavía tiene la herida abierta tras la aventura carioca.