La subsecretaria de Políticas Poblacionales de la Provincia de Buenos Aires, Ana Herrán Castagneto, murió este sábado al mediodía en La Plata. La exconcejala de aquella ciudad y esposa del diputado de Unión por la Patria (UP) Carlos Castagneto se descompensó mientras jugaba al tenis, en un club de la localidad de Gonnet, según confirmaron medios locales.
La noticia conmocionó a La Plata y generó gran impacto en todo el arco político que lamentó el fallecimiento de la exconcejala. Según consignó el sitio platense 0221, de acuerdo al testimonio de allegados a la familia Castagneto, la exfuncionaria falleció en La Plata Rugby Club, donde se encontraba jugando al tenis.
Asimismo, fuentes policiales ratificaron el fallecimiento de Castagneto “por muerte súbita” mientras realizaba este mediodía actividad física, de acuerdo a lo publicado por el medio local.
La funcionaria provincial fundó junto a Carlos Castagneto, con quien tuvo dos hijos Gastón y Lucas -ambos vinculados a la política-, el partido Kolina y luego asumió como concejala de La Plata en 2017.
De vasta trayectoria y política, Ana Castagneto también fue precandidata a intedenta por La Plata en 2015 y luego se bajó de la contienda para apoyar a Florencia Saintout. En la actualidad Castagneto se desempeñaba como funcionaria provincial dentro de la subsecretaria de Políticas Poblacionales, dentro de la administración de Axel Kicillof y bajo la órbita del Ministerio de Gobierno que comanda Carlos Bianco.
Apenas conocida la noticia el gobierno de la Provincia de Buenos Aires emitió un comunicado en el que lamentó el fallecimiento de la funcionaria bonaerense. “Con gran dolor despedimos a Ana Herrán, nuestra subsecretaria de Políticas Poblacionales. Ana fue una militante del campo popular y una funcionaria al servicio de nuestro pueblo. Acompañamos a sus familiares y seres queridos en este difícil momento”, destacaron desde la Provincia.
Tras ello, el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, también se pronunció acerca de lo sucedido. “Lamento mucho el fallecimiento de Ana Herrán, gran compañera y militante de las causas populares que nos acompañó en la gestión con dedicación y compromiso. Mis condolencias a su marido Carlos Castagneto, a sus hijos Gastón y Lucas y a todos sus seres queridos en este difícil momento”, apuntó el mandatario provincial.
La noticia del fallecimiento de Castagneto impactó a gran parte del arco político que utilizó sus redes sociales para despedir a la exfuncionaria y militante.
“Quiero mandarles un abrazo enorme a Carlos, Gastón y Lucas Castagneto en este difícil momento. A disposición para lo que necesiten. Lamento mucho la partida de Ana”, expresó Julio Garro, exintendente de La Plata y quien fue recientemente expulsado de la secretaría de Deporte por opinar que Messi y Tapia debían disculpase con la Federación Francesa de Fútbol tras los cantos racistas expresados por jugadores argentinos.
En ese sentido, se manifestó también el exintendente de La Plata Julio Alak. “Lamento profundamente el fallecimiento de la querida compañera Ana Herrán Castagneto, que con gran empeño militó siempre en nuestro espacio político al servicio del pueblo, de los más necesitados y de nuestra Patria. Envío un saludo afectuoso a su familia y seres queridos”, señaló.
“Con profundo dolor despedimos a la compañera Ana Herrans de Castagneto. Esta foto es de ayer, marchando x Tehuel y Johana Ramallo. Así te vamos a recordar Ana querida, luchando x los derechos. Fuerte abrazo a toda la familia”, indicó la Ministra de Mujeres y Diversidad de la provincia de Buenos Aires, Estela Díaz, quien ayer había coincidido con Castagneto en una protesta en reclamo de justicia por Tehuel y Johana Ramallo.
La exfuncionaria era esposa del diputado de UP Carlos Castagneto uno de los diputados que fue rociado con gas pimienta mientras se debatía en el Senado la Ley Bases y el paquete fiscal.
El parlamentario se encontraba junto al legislador Eduardo Valdés en las inmediaciones del recinto en plena manifestación en contra de la iniciativa que impulsa el Ejecutivo en la Plaza de los Dos Congresos y cuando la Policía les tiró gas pimienta.
LA NACION