Rabat, 31 oct (EFE).- El activista izquierdista marroquí Fouad Abdelmoumni fue puesto bajo custodia policial a disposición de la investigación en Casablanca, sospecho de difundir «informaciones falsas» tras calificar en las redes sociales a Marruecos de país «débil» que usa «la migración y el espionaje» contra Francia.
El fiscal general ante el tribunal de Primera Instancia de Casablanca ordenó someter al activista bajo custodia policial sospechoso de «denunciar un delito ficticio que sabe que no ocurrió» y «difundir varias informaciones falsas», según informó la agencia de noticias oficial MAP.
«En cumplimiento de las instrucciones de la Fiscalía General, el interesado fue citado para escucharlo, y debido a la necesidad de la investigación, se ordenó ponerlo bajo custodia policial en el marco de lo estipulado por la ley», señaló la misma fuente que no citó el nombre del detenido.
Añadió que la Fiscalía supervisa el desarrollo de la investigación que realiza la Brigada Nacional de Policía Judicial y trabajará para «disponer los efectos jurídicos necesarios a la luz de los resultados de la investigación».
Por su parte, el Grupo Marroquí de Apoyo a Presos Políticos «HIMAM» -cuyo coordinador es Abdelmoumni – señaló que el activista fue arrestado anoche en Rabat cuando se dirigía a una reunión de este grupo, y añadió que comparecerá ante el fiscal del rey mañana viernes.
La Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH) calificó de «arbitraria» la detención de Abdelmoumni y aseguró que el activista fue arrestado por «su actividad política, intelectual y en defensa de los derechos humanos».
El pasado martes -que coincidió con el segundo día de la primera visita de Estado del presidente francés, Emmanuel Macron, a Marruecos- Abdelmoumni publicó un comentario en su cuenta en Facebook para reaccionar a la publicación de otro activista que hablaba de la anterior crisis diplomática entre París y Rabat.
Abdelmoumni, expresidente de la ONG anticorrupción Transparency Marruecos, calificó a Marruecos de país «débil» que «utiliza todas las cartas de presión disponibles, incluidos los inmigrantes, la repatriación de menores e ilegales, la información de seguridad, los intereses económicos y la suspensión de acuerdos… y por supuesto el espionaje» contra Francia.
La ONG Human Rights Watch (HRW) acusó en un informe publicado en 2022 a Marruecos de recurrir a «tácticas» como campañas de desprestigio en medios o vigilancia en vídeo o electrónica «para acallar a los disidentes», y publicó un testimonio de Abdelmoumni, de quien se difundió un vídeo grabado en su casa manteniendo relaciones con su prometida (en Marruecos las relaciones extramatrimoniales están penadas). EFE