La mañana de este jueves 26 de diciembre, los habitantes de la comunidad de Tlancualpican, ubicada en el municipio de Chiautla, Puebla, encontraron un cuerpo descuartizado colocado sobre un nacimiento navideño en la capilla del Cristo de la Piedra Grande. Junto a los restos humanos, se halló un narcomensaje, presuntamente firmado por un grupo criminal que lanzó amenazas dirigidas a un grupo rival en la disputa por el control territorial.
El hallazgo fue reportado por los pobladores, quienes alertaron a las autoridades locales ante la magnitud del hecho. Por su parte, cuerpos de seguridad municipal y estatal, así como personal de la Fiscalía General del Estado de Puebla (FGE), se trasladaron al lugar para acordonar la zona y dar inicio a las investigaciones.
Los restos humanos fueron retirados del sitio por peritos del Servicio Médico Forense (Semefo), quienes trasladaron el cuerpo, aún sin identificar, para realizarle la necropsia correspondiente. Las autoridades señalaron que la víctima será sometida a análisis forenses con el fin de determinar su identidad y recolectar pruebas que ayuden a esclarecer el caso.
En cuanto al narcomensaje hallado junto a los restos, fuentes locales indicaron que su contenido incluía amenazas contra un grupo criminal antagonista, aunque las autoridades no han divulgado los detalles completos del texto ni los nombres de los grupos involucrados. Este tipo de mensajes suelen estar asociados con disputas por el control de territorios entre organizaciones delictivas.
Por su parte, la Fiscalía de Puebla informó que se abrió una carpeta de investigación para identificar a los responsables de este acto violento y aclarar las circunstancias que llevaron al hallazgo. Hasta el momento, no se han reportado detenidos relacionados con el caso.
Este hecho ha generado consternación entre los habitantes de Tlancualpican, quienes lamentaron que un espacio religioso y tradicional como el nacimiento navideño haya sido utilizado para un acto de violencia de esta magnitud. Los pobladores expresaron preocupación por la creciente inseguridad en su región, que, según testimonios locales, ha experimentado un incremento en la presencia de actividades delictivas.
Las autoridades indicaron que continuarán las investigaciones en los próximos días, mientras se recopilan testimonios y evidencia en la escena del crimen. Lamentaron que este caso refleje la persistente problemática de la violencia asociada al crimen organizado en diversas comunidades del estado de Puebla, por lo que reiteraron su compromiso por trabajar en mejorar las condiciones de seguridad para garantizar a los habitantes una mejor calidad de vida.