Marcelo Tinelli tiene a la venta la imponente mansión que tiene en Punta del Este, Uruguay. Pero antes de deshacerse para siempre del inmueble, el conductor hizo una despedida a puro fútbol con amigos. La propiedad que el conductor adquirió hace 21 años y que se encargó de diseñar desde cero, actualmente ronda un valor entre los 8 y los 9 millones de dólares.
La inspiración de la casona que por ahora sigue ocupando Marcelo se relaciona con los ranchos californianos. Tiene un estilo en forma en L y su construcción es íntegramente en madera. Cuenta con una elevación del piso y la galería que circunda prácticamente todos los laterales. Y además, todo está perfectamente rodeado de un césped precioso, cuidado por los caseros del lugar.
En cuanto a las comodidades del lugar que tiene a Tinelli como su propietario, se luce un casco principal que se destaca por la disponibilidad de siete dormitorio. ese espacio, también incluye gimnasio, nueve baños y un living sumamente espacioso. Además, Guanahuani (el nombre de la chacra que supo elegir Paula Robles, una de las esposas del conducto) posee una cancha reglamentaria de fútbol.
El fastuoso espacio deportivo cuenta, nada más ni nada menos, que con el tamaño oficial de FIFA. Incluso, en parte del mismo predio hay un par de hoyos de golf para entretenerse. Y allí fue el lugar en donde el conductor se reunió con sus amigotes para compartir un partido, momento de encuentro y de distención.
CÓMO FUE LA POSIBLE DESPEDIDA DE TINELLI DE SU MANSIÓN
En su chacra de La Boyita, Marcelo recibió a su gente y compartieron un encuentro deportivo, a la luz del sol. Divididos en equipo rojo (el de Tinellli) y azul (los visitantes), el encuentro se concretó durante el trascurso de la tarde. para muchos, el título de mejor jugador de la cancha se lo llevó Facundo Pieres, el novio de Zaira Nara.
Y dentro de los jugadores que participaron del desafío amigable, estuvieron el relacionista público Leo Mateu, quien salió a los dos minutos de juego aludiendo una lesión. También afectados por supuestas molestias corporales, los empresarios Hernán de Laurente y Nacho Munafo oficiaron de árbitros, para participar de alguna forma, igual.