Las recientes lluvias en la región núcleo han traído alivio a los productores agrícolas, especialmente a la soja de primera, que atraviesa su fase más crítica, sin embargo, todavía quedan áreas afectadas o con pérdidas de rindes. Con el fin de ampliar este panorama, Canal E se comunicó con Florencia Poeta, analista de la Bolsa de Comercio de Rosario.
Las lluvias beneficiaron principalmente al sur de la región núcleo, cubriendo el norte de Buenos Aires, el sur de Santa Fe y el sur de Córdoba. «Estas zonas estaban al borde del colapso debido a las temperaturas extremas y la falta de humedad. La llegada de agua frenó el deterioro de los cultivos«, explicó Florencia Poeta.
Todavía hay zonas que no pudieron recuperarse de la falta de lluvias
Sin embargo, no todas las áreas recibieron el mismo alivio. «El cuadrante noroeste, que abarca el centro-sur de Santa Fe y el sur de Córdoba, sigue en estado crítico«, advirtió Poeta. La soja de segunda es la más afectada, con un 60% de los lotes aún en estado regular a malo.
Mejora de las expectativas de rendimiento
El cambio en las condiciones ha sido significativo. «En la soja de primera, el cuadro de regular a malo bajó un 20% tras las lluvias«, detalló la entrevistada. Sin embargo, señaló que, en la soja de segunda, la recuperación es más limitada. «Hay una merma irreversible en el potencial de rinde, pero las lluvias mejoran las chances de estabilidad en lo que queda del ciclo», comentó.
Las lluvias llegaron antes de lo esperado, lo que generó sorpresa en los productores. «Se esperaban acumulados de apenas 20 mm, pero las precipitaciones superaron los 60 a 120 mm en algunos sectores«, indicó Poeta. Pese a este alivio, las altas temperaturas siguen siendo una amenaza. «En la primera semana de febrero se esperan picos de 40°C, lo que puede comprometer nuevamente los cultivos si no hay más lluvias«, resaltó.
Se registraron pérdidas en el maíz temprano debido a la falta de agua
El futuro de la cosecha depende de la continuidad de las precipitaciones. «Cada cultivo tiene un periodo crítico donde se define su rendimiento. La soja de primera está ahora en ese punto, mientras que la de segunda, aunque aún en fase vegetativa, quedó muy afectada por la sequía«, explicó la analista de la Bolsa de Comercio de Rosario. Además, destacó la situación del maíz. «El maíz temprano ya sufrió pérdidas, con rendimientos de apenas 30 quintales en las zonas más golpeadas, cuando lo normal es 100 quintales», detalla.
La complejidad del panorama radica en la variabilidad de fechas de siembra y en la diversidad de cultivos. «Es clave que las lluvias sean recurrentes a lo largo de todo el verano para sostener el rendimiento», concluyó Poeta.