Con dinero del narcotráfico, el uruguayo cumplió su sueño de jugar al fútbol, pero su carrera se desplomó cuando la justicia lo comenzó a buscar.
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Aunque su sueño futbolístico nunca se materializó como esperaba, Marset logró convertirse en un jugador profesional
Sebastián Marset, un jugador uruguayo que tuvo una corta pero controvertida carrera en el fútbol profesional, ha ganado notoriedad por su vinculación con el crimen organizado. Aunque su llegada al deporte parecía la de cualquier otro futbolista, en realidad estuvo marcada por el narcotráfico y el lavado de dinero, lo que le permitió financiar su sueño de ser futbolista.
Lo que parecía ser el camino hacia el éxito se transformó rápidamente en una serie de escándalos, fugas y sospechas. A pesar de estar siendo buscado, el narcotraficante no dejó de perseguir su pasión por el deporte.
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Tras años de evadir la justicia, Marset se convirtió en uno de los fugitivos más buscados por Interpol.
¿Quién es Sebastián Marset y cómo financió su carrera en el fútbol?
Sebastián Marset es un nombre que ha quedado marcado en la memoria de muchos, no solo por sus incursiones en el fútbol, sino por sus conexiones con actividades ilegales. Este uruguayo se introdujo al mundo del deporte profesional con una historia poco común: un narcotraficante que utilizó su dinero proveniente de negocios ilícitos para alcanzar su sueño futbolístico. En 2021, a los 31 años, el hombre detrás del escándalo llegó a Paraguay, donde fichó por el Deportivo Capiatá, un club que atravesaba una gran crisis económica.
El vínculo entre el prófugo y la institución fue más allá de lo deportivo. A cambio de un lugar en el equipo, Marset se encargó de cubrir los salarios de sus colegas y de otros empleados, lo que garantizó que su presencia fuera aceptada por el entrenador, Jorge Núñez. Aunque su nivel no era el de un jugador profesional, su aporte económico permitió que permaneciera en el plantel.
Sin embargo, la relación entre el uruguayo y sus compañeros no fue fácil. Algunos jugadores comenzaron a quejarse por su rendimiento y pidieron al técnico que lo quitara del once titular. A pesar de los reclamos, el dinero que aportaba hizo que el narcotraficante continuara jugando, aunque su desempeño en la cancha no ayudó al club, que terminó descendiendo a la Tercera División.
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Tras un comienzo inesperado en el fútbol, Marset abandonó el deporte para evadir a la justicia.
De Paraguay a Bolivia: la ruta de Marset para cumplir su sueño futbolístico
A pesar de estar bajo la mirada de las autoridades, Sebastián Marset no se detuvo y continuó su carrera futbolística en Bolivia, en 2023. En esta ocasión, se unió a Los Leones El Torno FC, en la liga de Santa Cruz. Al igual que en Deportivo Capiatá, inyectó dinero a la institución para garantizar su lugar en el plantel. Decidió cambiar su nombre a Luis Amorím y eligió el número 23 en honor a David Beckham, su ídolo.
Aunque su rendimiento dentro del campo seguía siendo cuestionado, la suma monetaria que aportaba al equipo permitió que siguiera jugando. Sin embargo, como en Paraguay, el narcotraficante desapareció sin previo aviso. Su partida tuvo repercusiones para la entidad, ya que la Asociación Cruceña de Fútbol suspendió a Los Leones por la mala inclusión de jugadores.