Racing visita Río de Janeiro para la Recopa Sudamericana, en vísperas del Carnaval y con los fantasmas de la violencia

26/02/2025 11:58hs.

Será una eufórica y homogénea nube celeste y blanca deambulando por una Rio de Janeiro llena de colores. En las ruas cariocas se esperan, para este fin de semana, seis millones de personas entre locales y turistas. El Carnaval está a la vuelta de la esquina y el Racing de Gustavo Costas, último campeón de la Sudamericana, lo anticipa.

El 2-0 a Botafogo por la final de ida de la Conmebol Recopa aceleró los planes de muchos: 3000 entradas vendidas en un par de clicks para la tribuna Sul del Nilton Santos, el estadio olímpico emplazado en el norteño barrio Engenho de Dentro, y el sueño de rascar algún ticket de protocolo para engrosar la imperial guardia.

Así es el hincha. Así es la Academia. El arte de vivir con fe, y sin saber con fe en qué, jurarían Os Paralamas. Aunque ese ciego y futbolero sentir, que avizora alegría sem fim por Copacabana, Leblon, Ipanema, y que se sube aún más alto que el Corcovado y el Pão de Açúcar, se tiñe de rojo, vermelho. Y nada tiene que ver el histórico vecino de Avellaneda. Se trata de un rojo señal de alerta…

Portarse bien y apretar los dientes: la única opción de Racing en Rio de Janeiro

Racing sabe de qué se trata. En 2023, para no irse demasiado lejos, tuvo problemas cuando visitó a Flamengo también en RJ; y en 2024, su gente la pasó feo en San Pablo contra Corinthians. Sin embargo, la violencia en Brasil -donde quiera que sea- es un mal endémico. Cada club argentino tiene alguna triste anécdota para contar. Si hasta la Selección y su público familiar fue ultrajado en Maracaná…

El caso más reciente, igualmente, sigue en vigencia. El último domingo se cumplieron cuatro meses de la primera semi de Libertadores entre Botafogo, justamente, y Peñarol. Desde ese entonces, hay 21 hinchas que no pueden volverse a Uruguay.

Alexis y Ezequiel -se resguardan sus apellidos- están presos en el pabellón para extranjeros del picante Complejo Penitenciario de Bangú -a 30 kilómetros del centro y una hora de la cancha que no pisaron- y otros 19 están dando vueltas sin rumbo por la ciudad, con tobillera electrónica, a la espera de un fallo en concreto.

El duro antecedente de Peñarol: un dolor de cabeza que no se termina

Jorge Barrera jamás hablará de emboscada. Fue presidente de Peñarol (2017-2020), es el abogado penalista de mayor prestigio en Uruguay, y hoy se arremanga por los suyos, entregados a su suerte. El pasado 23 de octubre, a horas del 0-5 ante el Fogão, la Policía fijó un ‘punto de encuentro’ para salir desde allí hacia el estadio. Sin embargo, hubo 233 Carboneros que no llegaron a ver el juego…

Hubo 233 hinchas de Peñarol detenidos en Rio. (EFE)

(EFE)

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Fueron citados en Praia do Pontal, sobre la avenida Lucio Costa, en un extremo de la pituca Barra de Tijuca. Allí, pasadas las 13, bajo calientes 30° de térmica, comenzó un caos que aún no terminó.

Los organismos de seguridad aseguran que todo se inició cuando un Manya se robó un celular de una panadería. Los hinchas de Peñarol -y hay videos que lo evidencian-, en tanto, denunciaron que la zona había sido liberada.

Y allí, a orillas de la playa, de unos chiringuitos y de una pista de skate, todo fue anarquía. Y los brazos abiertos del Cristo Redentor no envolvieron a todos por igual…

En Brasil, “es más grave un acto racista que una piña…”

“En mis 30 años de penalista y en mi larga experiencia como directivo, jamás vi que cuando se producen incidentes, la totalidad de los detenidos sean de un solo bando. No cayó ningún ciudadano brasileño. Si hay riña, hay dos bandos. Hubo provocaciones y se originaron desmanes. La ligaron mujeres, gente mayor de edad y niños…”, le contó Barrera a Olé.

Pasó de todo, pero de un lado y del otro. Los uruguayos saquearon kiosquitos, hicieron destrozos, incendiaron motos. Los locales, con camisetas de todos los clubes de Rio, prendieron fuego uno de los micros de los hinchas charrúas y le sustrajeron sus banderas.

“Nuestros hinchas que arribaron al lugar tenían la certeza de que esa zona había sido designada porque se habían estudiado los riesgos y serían minimizados. Viendo la calidad y la cantidad de detenidos, y que la gran mayoría fue liberada esa misma noche, fue todo un indicio de la falta de selectividad que hubo…”, analizó.

“En las imputaciones, lo que prima son los actos de racismo. Aunque entendemos que, aun cuando se pudieran probar los gestos, no podemos descontextualizarlos de las agresiones ilegítimas que habían recibido. ¿Qué es más peligroso? A Bilardo le decían Narigón; a mí me dicen Gordo; en su despedida, Riquelme le dijo petiso a Messi. ¿Y qué? ¿Román discrimina? ¿Y a Ruben Rada cómo lo llaman en el Rio de la Plata? Que los hinchas de Racing tengan en cuenta estas advertencias… La legislación vigente desde hace pocos meses tiene una dureza de penas desproporcionada. Es más grave un acto racista que una piña. Y a los hinchas de Peñarol no se los juzga de la misma forma que a los brasileños que, cuando van a las canchas argentinas, rompen billetes en clara señal de burla a las dificultades del pueblo… ¿No es un gesto inapropiado? Es discriminación por situación económica. ¿Qué hubiera hecho la Justicia de tu país si seguía con el criterio de Brasil?”, ilustró -y se preguntó hábil- el doctor.

Cualquiera puede caer en la volteada: desde el más rico hasta el niño más inocente

Los que quedaron varados en Rio, en un buen número, forman parte de la Barra de la Amsterdam en su primera y segunda línea. “Defender familias no es delito”, argumentan las camisetas que venden para bancar los gastos. Varias hinchadas en Sudamérica (Estudiantes, por caso, en nuestro país) se han pronunciado de manera solidaria con trapos por la libertad de sus colegas de tablón.

La Barra Amsterdam recauda fondo para bancar a los hinchas de Peñarol.

La hinchada de Estudiantes de La Plata también pidió por la libertad de la gente de Peñarol.

Algunos tienen hasta ocho cargos en contra: riña, incendio, resistencia, desobediencia, desacato, infracciones previstas en el Estatuto del Hincha, injuria prejudicial por razones de etnia y asociación para delinquir. También por violar el articulo 201 del Estatuto do Torcedor, por “crímenes contra la paz en el deporte”. Los más leves, en tanto, deben asistir semanalmente al Juzgado del Hincha y los Grandes Eventos para justificar sus actividades y tienen prohibida la asistencia a las canchas. Se presentaron habeas corpus pero todavía…

“Ni tienen una condena determinada ni los dejan salir del país. Están detenidos sin sentencia. La comunidad de Peñarol colabora con ellos. Con la comida, con el alquiler de la casa, le da changas… Están en silencio por estrategia judicial. Es gente que tiene familia íntegra en Uruguay, hijos, un laburo que debió dejar, problemas médicos… Fue una cacería. En primera instancia, agarraron a contadores, empresarios, comerciantes, allegados a la dirigencia, gente que pagó chárter, entrada y traslado por 2500 dólares… El tema siguió: al micro del plantel lo pasearon por Rio y llegó tarde; la dirigencia de ellos, llena de gerentes, desapareció; y a los hinchas que pudieron entrar a un estadio rodeado de calles de tierra y angostas, los trataron mal. De la cancha salimos a los 3.30…”, recordó Gonzalo Moratorio, delegado de Peñarol y consejero, en catarsis con Olé. Y la siguió.

Una imagen del BEPE, el batallón que se encarga de la seguridad en los estadios de Rio de Janeiro.

“La Policía de Rio se quedó en los ’70. Tiene impunidad total. No existen los Derechos Humanos. Son localistas, te pegan. Cuando terminó el partido, se metieron a la tribuna a dar palos. Ellos reprimían adentro y afuera te esperaban los de Botafogo… A los detenidos les hicieron de todo. Los tuvieron parados en el sol, les negaron agua, le tiraron gas, le ‘limpiaron’ los celulares y, si te querías ir, después de horas y horas de incertidumbre, debías firmar un papel asegurando que no habías sufrido apremios…”, cerró el directivo sin antes darles tips a los hinchas de Racing.

¿Qué hacer si los hinchas brasileños y la Policía provocan?

“El ABC indica que no hay que mostrarse por las calles con cosas partidarias visibles; que charles lo menos posible para que no noten que hablás en español; si vas por tu cuenta con una aplicación de alquiler, arreglá con el chofer tirarle unos reales extra para que te espere afuera y garantizarte la vuelta al hotel. No hay que confiarse de la Militarizada. Hay que cuidarse al máximo”, recomendó el dirigente Decano ante la consulta de este diario.

En principio, y a pesar de las reiteradas consultas de Olé, el Batalhão Especializado de Policiamento em Estádios (BEPE) no se pronunció públicamente acerca de las medidas de seguridad. Sin embargo, la CD de la Academia ya se movió en tiempo y forma para evitar problemas.

¿Qué chapita se colocará en el trofeo sudamericano? (@ConmebolRecopa)

“El punto de encuentro será el playón de estacionamiento del Maracaná. Convocamos este jueves a las 17 horas para salir puntuales a las 18. Hay 80 micros disponibles y ya contratamos seguridad privada para cada uno de ellos con autos de escolta de la misma compañía. Saldrán ‘burbujas’ de 20 colectivos -con la numeración bien clara para un fácil reconocimiento- cada 20 minutos para ir llegando tranquilos y con tiempo al estadio. Una vez terminado el partido, el destino será Barra de Tijuca…”, le confirmó la logística a Olé el vocal y referente de socios y filiales de la Acadé, Leandro Rodríguez Hevia.

Así las cosas, si gana Racing y no hay violencia, en Avellaneda (o, al menos, en una buena parte), todo el año será Carnaval… Y tal vez, el Cristo Redentor vuelva a pintarse de blanco y celeste…