La última gala de Gran Hermano (Telefe) dejó una huella imborrable en la historia del reality. La entrega de los Golden Tickets, conducida por Santiago del Moro, marcó el regreso de dos exparticipantes seleccionados por el voto del público. Entre ellos, Juliana «Furia» Scaglione y Claudio «Papucho» Di Lorenzo volvieron a ingresar a la casa, generando un giro inesperado en el juego.
Una votación decisiva y un regreso esperado
La competencia por los Golden Tickets comenzó con 32 aspirantes, pero solo diez lograron llegar a la instancia final: Furia, Papucho, Rosina Beltrán, Emmanuel Vich, Catalina Gorostidi, Maxi Guidici, Ariel «Big Ari» Ansaldo, Alan Simone, Brian Alberto y Luca Figurelli. Durante la gala, uno a uno fueron quedando fuera de la carrera según el porcentaje de votos.
Maxi fue el primero en ser eliminado con apenas el 2,1% de los votos, seguido por Ariel con un 2,9%. Luego, Alan quedó fuera con un 3,2%, mientras que Braian tampoco logró avanzar con su 4,4%. A medida que la lista se reducía, la tensión crecía en el estudio y entre los seguidores del programa.
Finalmente, solo tres nombres permanecieron en la contienda: Emmanuel, Catalina y Luca. Santiago del Moro anunció entonces al primer ganador del Golden Ticket: Papucho, quien fue trasladado a la casa en un auto conducido por Juan Reverdito, estrenando el rol de chofer de la casa.
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Poco después, llegó la revelación más esperada: Furia obtuvo el segundo Golden Ticket, con un contundente 59,8% de los votos, superando ampliamente a sus competidores.
Por su parte, Papucho, quien debió abandonar la casa previamente por una apendicitis, consiguió el 23,7% de los votos y tuvo la oportunidad de reintegrarse al juego.
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Un regreso cargado de emoción y estrategia
El primero en ingresar fue Papucho, quien llegó bailando mientras los participantes, inmovilizados por la orden de «congelados» de Gran Hermano, debieron esperar hasta recibir la señal de «descongelados» para saludarlo. Con alegría, sus compañeros lo recibieron con sonrisas y abrazos, recordando su carismática presencia en la casa.
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Sin embargo, la entrada más impactante fue la de Furia. Con una escenografía especialmente diseñada para su regreso, las luces del patio se apagaron y una pasarela con destellos verdes iluminó su entrada. Un hombre enmascarado apareció empujando un carro donde se encontraba Cariño, la cabra que la participante había adoptado en la temporada anterior.
Cuando la puerta principal se abrió, un reflector iluminó su figura: vestida con un traje negro semitransparente que cubría su cuerpo y una capucha que cubría casi toda su cara. Apenas Gran Hermano dio la orden, sus compañeros corrieron a recibirla con entusiasmo.
Furia saludó a cada uno de los jugadores y expresó su felicidad por regresar a la casa que tanto significa para ella. Recorrió la casa que la había alojado en la edición anterior y confesó que la vio diferente y más ordenada.
Santiago del Moro cerró la gala confirmando que tanto Furia como Papucho reingresaron por decisión del público y tendrán los mismos derechos y obligaciones que los demás participantes. Con estas incorporaciones, la dinámica del juego promete nuevas alianzas, estrategias renovadas y momentos de máxima tensión dentro de la casa más famosa del país.