Pepe Martí, que ganó su segunda victoria en la Fórmula 2 tras un descomunal show en la primera carrera del Gran Premio de Bahréin.
El español ya había dejado muestras de su habilidad durante el último curso. Venció en Abu Dhabi y se unió al selecto club formado por Dani Clos, Javi Villa y Roldán Rodríguez como ganadores en la principal antesala de la F1. En Bahréin fue a más y remontó desde el undécimo para dejar un mensaje. Es futuro y quiere que la puerta se abra.
Pero Martí fue de menos a más y tuvo el valor para definir una carrera a las mil maravillas. Primero, en un arriesgado tres en paralelo donde dejó tirados a Gabriele Mini, apadrinado por Alpine, y Luke Browning, que se subió al Williams de Sainz en la FP1. No se quedó ahí y se benefició del desconcierto de Beganovic y Verschoor para colocarse segundo. Allí solo faltó el último disparo.
Cazó al paraguayo Durksen y pudo definir en la recta principal. Tenía la ventaja del ritmo y el DRS, y pasó para ir disparado hacia otro triunfo en la F2. Algo que en Red Bull seguro que tienen en cuenta, más con los problemas con su academia de pilotos y proyectos como Liam Lawson que se tambalean. Martí ya está ahí.
Salida espectacular de Pepe Martí
Arrancaba 11º tras otra complicada clasificación (algo que aún debe mejorar) y en la primera curva, tras un gran arranque, ya era 7º, ganando 4 posiciones. En la segunda, ya era 7º. Y llegaría al 6º tras un gran exterior sobre Stanek en ese mismo giro, manteniendo el pie a tabla en las curvas siguientes ante su rival para ponerle el lacito final a su adelantamiento en la curva 10. En una vuelta ya era 5º, ganando nada menos que 6 posiciones.
En una carrera de 23 giros, la clave estaba en la gestión de las gomas y Pepe debía ponerle temple a sus ganas de atacar. Sabía que su ritmo de carrera era buenísimo y quería aprovecharlo, pero debía esperar su oportunidad, especialmente, tras un ‘Safety Car’ que salió en la vuelta 2.
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