En el primer día del nuevo esquema cambiario los industriales tuvieron que convivir con la parálisis de ventas de muchos de sus proveedores, listas de precios con subas de hasta el 20%, entregas a remito abierto y la ejecución de notas de débito por «diferencia cambiaria». El Gobierno asegura que el traslado a precios será menor que en otras ocasiones porque “la macro está ordenada” y no habrá convalidación monetaria. La Pymes, en la disyuntiva de trasladar los costos y perder mercado o quedarse quietas y seguir resignando rentabilidad.
“Una típica jornada de reacomodamiento de variables”, así definió un consultor del sector industrial al lunes en que entraron en vigor las nuevas medidas de flexibilización del mercado cambiario. Fue un día en que muchos proveedores eligieron no entregar mercadería a la espera de determinar el valor del dólar: “No hay información, no preguntes, no entregamos”, le dijo una multinacional a una empresa local del sector textil.
Otros, con más experiencia en este tipo de episodios, entregaron pero a “remito abierto”, es decir, sin definir el precio que el comprador abonará por la mercadería. Es una forma de no cortar el compromiso de trabajo con sus clientes, pero tampoco arriesgarse a un costo de reposición incierto.
También está el caso de algunos insumos difundidos donde el precio está directamente dolarizado. En esa situación, no queda mucho para discutir, los valores se fueron moviendo directamente al compás de la suba del tipo de cambio oficial, que según el promedio del Banco Central terminó la jornada del lunes en $1.233, un 12% por encima del cierre del viernes pasado.
El primer impacto en las pymes
Dentro de la cadena, la peor parte se la llevaron las pequeñas y medianas empresas que compraron a un plazo de 30 días, y ahora están recibiendo notas de débito por “diferencia cambiaria”. Según contó a Ámbito Marcelo Fernández, presidente de la CGERA, a muchos de sus asociados les facturan el ajuste del dólar oficial desde el momento en que emitieron el cheque hasta la fecha de cobro.
La situación es compleja, algunas pymes ya entregaron su mercadería a “precio viejo” y ahora sufrirán un descalce. Otras se encuentran con que la demanda del mercado no es la adecuada y se vuelve imposible trasladar ese incremento en los costos a los precios, por los menos por ahora.
El Gobierno espera un «pass through» más moderado
Justamente esa es la apuesta del Gobierno, que el pase a precios del salto cambiario sea menor que en otras ocasiones. El viceministro de Economía, José Luis Daza, dijo que esto ocurrirá porque ahora “la macro está ordenada” y además no habrá convalidación monetaria para que esto ocurra.
Para el equipo económico, no debería haber mayores sobresaltos en materia inflacionaria, aunque podrían verse cambios en los precios relativos. Sin embargo, algunas empresas del sector plástico ya mandaron listas con aumentos del 20% a sus clientes, también algunas empresas en el sector de chapas y caños remarcaron a un ritmo del 15% y proveedores de cajas de cartón subieron 10%.
La lógica suele ser así: primero saltan los precios mayoristas y luego se ve el rebote en el mostrador. Las alimenticias todavía están a la expectativa. Algunas empezaron a moverse tímidamente: galletitas, dulces y harinas. A última hora del lunes llegó una advertencia de los productores de aceite y en las próximas horas podrían seguir otros. Ahora empieza la puja entre los fabricantes y los comerciantes. Los supermercados ya advirtieron: “no aceptaremos listas especulativas”.