sábado, 19 abril, 2025

Todos hablan de Amalia de Orange, la hija de Máxima en el foco del mundo entero

Con apenas 21 años, la princesa Amalia de Holanda volvió a demostrar que está lista para ocupar su lugar en la historia. En la reciente cena de gala ofrecida en el Palacio Real de Ámsterdam, con motivo de la visita del sultán de Omán, Haitham bin Tariq, la heredera al trono se convirtió en el centro absoluto de todas las miradas.

Aunque su altura, su porte y su vestido lavanda fueron destacables, fue una joya en particular la que capturó la mirada de todos: la tiara Mellerio que la joven princesa lució para completar el look digno de una futura reina.

La tiara Mellerio, confeccionada en 1889 por la prestigiosa casa joyera francesa del mismo nombre, fue un encargo especial del rey Guillermo III para su esposa. Se trata de una pieza majestuosa, formada por rubíes y diamantes, y que desde entonces es parte del tesoro real de los Países Bajos.

Esta misma tiara fue la elegida por la reina Máxima para su primer retrato oficial como monarca holandesa, un detalle que ahora parece cobrar más sentido tras su debut en la cabeza de su hija mayor, quien representa el futuro de la realeza de los Países Bajos.

La historia que une a la princesa Amalia con la tiara Mellerio

Años atrás, cuando todavía era una niña, la princesa Amalia fue fotografiada en secreto mientras se probaba la tiara en el dormitorio de sus padres. La imagen, que permaneció oculta durante un tiempo, salió a la luz gracias a su biógrafa oficial, quien la incluyó en una serie de retratos inéditos publicados con motivo del 18º cumpleaños de la princesa.

“Si había una tiara en el tocador de mi madre, la tenía directamente en mi cabeza”, confesó Amalia en esa ocasión, dejando entrever su fascinación por el mundo real mucho antes de asumir compromisos institucionales.

Si bien durante años se mantuvo en un perfil bajo, sobre todo tras las amenazas que motivaron su mudanza a Madrid para continuar sus estudios universitarios, Amalia comenzó a pisar más fuerte en el escenario institucional, acompañando a sus padres y representando a la Casa de Orange-Nassau en diversos eventos internacionales.

Para la gala en honor a los 400 años de relaciones entre Omán y los Países Bajos, la joven apostó por un vestido lavanda de la firma Safiyaa, ya usado por otras royals como Meghan Markle o la princesa Victoria de Suecia, pero que en Amalia cobró una nueva vida.

VO

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