Con cánticos y alegría, más de 6200 correntinos participaron de la procesión por la Cruz de los Milagros en la tarde calurosa de este sábado. Las calles colmadas de fieles de distintas parroquias llevando a cuestas las imágenes religiosas en las 15 cuadras de recorrido y los niños de la escuela Misericordia en fila con los banderines saltaban felices mientras los peregrinos cruzaban por el sector.
La cruz artesanal con mirtos, crisantemos y claveles encabezaban la procesión con un color rojo y amarillo vibrante. Una vez que habían llegado los feligreses, un rato antes de las 15,30 partieron de la Iglesia ubicada por calle Belgrano, en dirección a Buenos Aires.
Las calles aledañas también estaban repletas, los fieles que no habían podido llegar a tiempo al momento de partida, caminaban rápido para unirse a las filas y no perderse del grato momento de caminar en procesión. Algunos iban en familia, con bebés en brazos y los más pequeños corrían con sus mascotas.
María Ester, tiene 78 años y llegó acompañada de sus hijos, nietos y una amiga, señaló: “Estoy muy feliz, con mucha alegría, un día como hoy pero de 1968 tomé la comunión acá en Corrientes. Es maravilloso, milagroso y estoy contenta, a pesar de mi edad yo vengo a recordar en familia”.
En el trayecto la escuela Nuestra Sra.De La Misericordia había preparado una réplica de la Cruz de los Milagros y hasta un escenario con niños disfrazados que alentaban cada vez que pasaban los grupos de religiosos. Al borde de la calle, los banderines de los jardineritos se llevaban toda la atención.
Un poco más adelante, frente a la parroquia Nuestra Señora de la Merced, un grupo juvenil alentaba a los feligreses que llegaban hasta este punto luego de caminar durante 700 metros. A este sector, el final de la procesión llegó una hora más tarde, esto resalta la cantidad de correntinos que coparon las calles.
“Nosotros venimos porque nos gusta, nuestra mamá nos enseñó y ahora ya somos grandes y venimos las tres hermanas juntas”, resaltó María, que sigue el legado de lo que le enseñó su madre.
Los fieles continuaron por calle 25 de Mayo hasta Salta y desde allí por San Martín hasta Buenos Aires hasta culminar en la Iglesia. Un rato antes de las 18 la Cruz ya había sido colocada en el extremo izquierdo del escenario principal y de a poco iban llegando las imágenes religiosas hasta que llegó el último grupo.
La plaza quedó colmada, tanto de grupos religiosos como de fieles que se acercaron para llegar a la Misa, presidida por el arzobispo de Corrientes, monseñor José Adolfo Larregain. Con un sol que ya comenzaba a esconderse, inició la celebración y los fieles escucharon atentamente la palabra.
“Recordemos nuestro origen junto al gran Milagro de la Cruz, desde allí es que comprendemos nuestra historia y encontramos sentido a cada acontecimiento”, mencionó Monseñor Adolfo Larraguein en la Homilía.
Este encuentro marca una de las festividades únicas en la ciudad de Corrientes, de la que miles de correntinos pudieron formar parte. Esto se complementa con la confección de la cruz artesanal y las luminarias en la noche del viernes.