Víctor Cabral, fiscal de Santo Tomé, sostuvo ayer que los dos choferes que circulaban a bordo del colectivo de la empresa Río Uruguay, donde hallaron enganchado el cadáver de un joven tras su arribo a la terminal de Gobernador Virasoro, declararon que “alrededor de la 1:30 por Ruta 71, cerca de los galpones de la empresa Playadito, escucharon un golpe y detuvieron la marcha para ver qué pudo haber sucedido, pero lo atribuyeron a un badén”. Según el fiscal, los hombres detuvieron la marcha y revisaron la unidad, pero evidentemente no lo hicieron de la mejor manera ya que no se dieron cuenta de que el cuerpo de Encinas, de 36 años, había quedado enganchado en la parte trasera del colectivo.
No fue hasta que el colectivo ingresó a la terminal de Virasoro, cuando un hombre alertó a los choferes que traían un cadáver enganchado, debajo, en la parte trasera. Esta versión dada casi con exactitud por los dos choferes todavía sigue siendo investigada, ya que algunos aseguran que en esa zona no hay badenes. El conductor del colectivo fue liberado, pero imputado por homicidio culposo. Algunos testigos dijeron que Encinas había estado celebrando el Día del Trabajador la noche anterior y había ingerido bebidas alcohólicas.