Mientras el Gobierno celebra la colocación de un bono exitoso, los analistas advierten que el gran desafío económico aún está por llegar. Para hablar sobre este tema, Canal E se comunicó con el economista, Federico Glustein, quien comentó que, “el principal foco de las reservas va a ser para el año que viene”.
Explicó que en 2026 y 2027 vencen compromisos de deuda por 28 mil millones de dólares anuales, y que tarde o temprano, la acumulación de divisas deberá estar en el centro de la agenda económica.
Actualmente, el Gobierno sostiene que no necesita acumular reservas porque proyecta financiarse en el mercado internacional. Pero Glustein advirtió: “Es acumular nueva deuda para pagar deuda vieja, con un interés distinto. Es interés del interés del interés”.
El verdadero riesgo: no conseguir financiamiento externo
Para el analista, el peligro no es tanto la falta de reservas en el corto plazo, sino la posibilidad de no lograr fondeo externo cuando realmente se necesite. “Me preocupa si el Gobierno puede llegar a conseguir 28 mil millones de dólares por año para poder pagar esos vencimientos”, subrayó.
Según explicó, la clave está en lograr una economía armónica: baja del riesgo país, disminución de tasas, inflación controlada y crecimiento económico. Solo con ese combo, los inversores volverán a confiar en la Argentina.
¿Qué impacto real tuvo el bono Bonte 2030?
El reciente éxito en la colocación de un bono por mil millones de dólares fue bien recibido, pero no marca una tendencia sólida, según Glustein. “No podemos contabilizarlo como una prueba de que Argentina volvió al mercado internacional”, afirmó.
Consideró que el monto fue bajo y no modificará el perfil de deuda. Sin embargo, destacó que “es una muestra de voluntad del Gobierno de reinsertarse en los mercados y bajar el riesgo país”.
La tasa del 29,50%: ¿muy alta o necesaria?
El Bonte 2030 se colocó con una tasa del 29,50%, algo elevada para los estándares internacionales. Pero para Glustein, “la tasa es alta hoy porque la tasa general de la economía es alta”. Remarcó que, en un contexto donde las tasas de corto plazo llegan al 33%, era necesario ofrecer una rentabilidad atractiva.
También planteó la necesidad de que, en un escenario de baja inflación, esa tasa se ajuste para evitar pagos desproporcionados: “Ninguna economía del mundo puede soportar en un bono grande una rentabilidad del 15% en dólares”, advirtió.
El riesgo país y la esperanza de una mejora sostenida
Respecto al riesgo país, actualmente en torno a los 666 puntos, Glustein se mostró optimista pero cauteloso: “Estamos en la senda, y eso para mí es lo más importante”.
Pronosticó una consolidación entre los 500 y 600 puntos para septiembre, y una posible baja sostenida hacia los 450 puntos en caso de una ratificación electoral del rumbo económico. “La primera salida fuerte a los mercados va a ser en marzo de 2026”, estimó, dejando claro que todavía hay camino por recorrer.