El programa de TV mexicano El Chavo del 8 sigue dando de qué hablar. En especial, después de la llegada de la serie Chespirito: sin querer queriendo (Max), que aborda la historia de Roberto Gómez Bolaños desde sus inicios en los medios de comunicación. Uno de los episodios más significativos en la vida del comediante, fue la disputa entre el director y Carlos Villagrán por el personaje de “Quico”.
La rivalidad entre ambos protagonistas del programa se dio en 1978, cuando pelearon por la titularidad del personaje “Quico” (como era escrito originalmente, aunque después Villagrán lo cambió a “Kiko” para poder interpretarlo fuera del show). La disputa comenzó por derechos de autor, contratos y hasta por algunos celos artísticos entre Villagrán y Chespirito, recuerdan medios como Excélsior.
Durante una entrevista en el programa de la televisión argentina La Peña de Morfi, de Telefe, Villagrán explicó que su salida de El Chavo no fue una decisión voluntaria, sino que sintió que fue apartado de manera indirecta e incluso percibió “celos” por parte de Gómez Bolaños durante varias de las giras que realizaban por Sudamérica.
“A mí me sacaron del programa de El Chavo del 8 y, entre tantas giras que hacíamos, visitamos muchos países, había conferencia de prensa, pero un 70 % de preguntas eran para Quico y se empezó a despertar la envidia, el celo profesional”, comentó.
En una de esas giras, recordó, realizaron un viaje a Chile y en el avión de regreso a México tuvo una charla con Chespirito. El comediante le dijo que debía bajar su sueldo por problemas en el registro de los personajes.
Le dije: “Son tuyos los registros”. Pero me respondió: “Hay un déficit y debo quitarle algo a tu sueldo. Le pregunté: ¿cómo me vas a quitar si son tus personajes? Yo soy un intérprete nada más”, comentó.
Roberto Gómez Bolaños y Carlos Villagrán aseguraban ser los propietarios del personaje. Chespirito, en una entrevista para el programa Conversaciones con David Estrada, reveló que le dijo a Villagrán que la propiedad intelectual del personaje era propiedad suya.
En tanto, el intérprete de “Quico” respondió años después en Telefe que el creador era él, ya que la idea del personaje fue de Chespirito, pero la forma en la que se le dio vida fue suya.
Tras los alegatos de ambos, Carlos Villagrán asegura que la popularidad de su persona fue lo que terminó por sacarlo del programa, y que incluso Ramón Valdez, que hace de “Don Ramón” salió del show como muestra de apoyo. “Cuando sale Kiko y Don Ramón se acaba el programa”, aseguró en la entrevista.
Por su parte, Chespirito señaló que se sintió traicionado por Carlos Villagrán. “Tuvo un comportamiento raro (…) Se portó un poco mal conmigo, pero no me quita nada, las cosas duelen porque fue una traición”, destacó.
Todos estos sucesos derivaron en el distanciamiento de ambos, pero se volvieron a encontrar durante un homenaje a Chespirito en Televisa y se dieron un abrazo en el escenario. Poco después, Roberto contó que Carlos Villagrán le pidió una disculpa y luego se volvieron a distanciar.
Tras el estreno de la serie de Max, Chespirito: sin querer queriendo, los rumores sobre las razones de su distanciamiento resurgieron. En un primer momento, se aseguró que parte de su rivalidad se debía a que Carlos era pareja de Florinda Meza, lo que desató los celos de Chespirito. Sin embargo, esto fue desmentido tanto por Villagrán como por la propia Meza, quienes aseguraron que su relación, aunque fugaz, no tuvo nada que ver.
En una de sus más recientes entrevistas con el periodista de espectáculos Javier Cerani, se le preguntó de forma directa qué opinaba sobre el proyecto audiovisual basado en la vida de Chespirito, a lo que Villagrán respondió que no hablaría del tema. El actor prefirió colgar la llamada en pleno programa en vivo y no volvió a contestarle.