La equidna, también conocida como oso hormiguero espinoso, es uno de los pocos mamíferos que pone huevos. Pertenece al orden de los monotremas, el mismo grupo del ornitorrinco, y su aspecto recuerda a una mezcla entre un erizo y un oso hormiguero.
Este animal único pertenece a la familia Tachyglossidae, y está conformado por cuatro especies diferentes: una de ellas habita en Nueva Guinea, y las otras tres, en Australia. Su cuerpo está cubierto de espinas rígidas y pelos oscuros, y cuenta con un hocico largo y delgado que le permite capturar hormigas y termitas, su principal fuente de alimento.
La equidna tiene un tamaño pequeño: suele medir entre 30 y 45 centímetros, y su peso varía entre 2 y 7 kilos. No posee dientes y se alimenta gracias a una lengua larga, pegajosa y retráctil que introduce en los nidos de insectos.
Hábitat y curiosidades de la equidna
Las equidnas habitan en bosques, praderas y zonas rocosas de Australia y Nueva Guinea. Son solitarias, muy esquivas y tienen hábitos nocturnos. A pesar de su aspecto primitivo, se adaptan bien a diferentes ecosistemas e incluso pueden excavar con rapidez para refugiarse o buscar comida bajo tierra.
Su reproducción es una de las características más sorprendentes: la hembra pone un solo huevo, que guarda en una bolsa abdominal (similar a la de los canguros) hasta que nace la cría. Luego, la alimenta con leche que secreta a través de poros en la piel, ya que no tiene pezones.
A pesar de su rareza, la equidna no está en peligro de extinción, pero algunas de sus especies están clasificadas como vulnerables debido a la pérdida de hábitat, el cambio climático y la acción humana.
Un tesoro de la biodiversidad australiana
El estudio de la equidna es clave para comprender la evolución de los mamíferos. Su biología combina rasgos antiguos con adaptaciones modernas, lo que la convierte en un verdadero fósil viviente. Algunas curiosidades sobre este animal:
- Su temperatura corporal promedio es de solo 32 °C, una de las más bajas entre los mamíferos.
- Posee electrorreceptores en el hocico que detectan señales eléctricas de sus presas bajo tierra.
- Su longevidad es notable: puede vivir más de 45 años en cautiverio.
Por su aspecto, su comportamiento y su rol ecológico, la equidna es uno de los animales más extraordinarios del mundo. En Australia es considerada una especie emblemática, protegida por ley y muy valorada por científicos y conservacionistas.