lunes, 11 agosto, 2025

Los costos del plan Caputo para contener al dólar y los factores que ponen en riesgo la nueva paz cambiaria

Por más bueno que sea, todo plan tiene sus contraindicaciones. Incluso los más eficientes. El «Lado B» de las medidas que se toman, a veces, aparece con el correr de los días o de los meses. Los funcionarios saben a la perfección que cada vez que se toma una iniciativa hay beneficiados y perjudicados. En el caso de Luis Caputo, con las últimas medidas tomadas para controlar al dólar, la contracara apareció muy pronto. Casi instantáneamente.

El equipo económico se alivió la semana pasada cuando la cotización del dólar dejó de publicarse en los zócalos de la TV y abandonó los principales titulares de los portales.

El tipo de cambio se redujo y los analistas económicos dejaron el debate sobre la posibilidad de que la cotización pueda subir al techo de la banda cambiaria.

El contrapunto, otra vez, fueron las tasas de interés. El costo del dinero volvió a dispararse antes del fin de semana, como consecuencia del apretón monetario que puso en marcha el Gobierno para aplacar la demanda dolarizadora.

Los costos de los créditos volvieron a encarecerse. Los destinados al consumo ya valen más del 200% como Costo Financiero Total. También subieron fuerte para las empresas.

Lo mismo que las líneas hipotecarias. Algunas entidades privadas ya encarecieron esos créditos cinco veces en lo que va del año. Bancos privados de primera línea ya cobran entre 12 y 13,5 puntos por arriba de la inflación.

Apretón monetario a full: se volvió a elevar la tasa de la caución

La caución a tres días volvió a elevarse justo antes del fin de semana, al 44% anual. La tasa de Repo se fue al 65% anual, en línea con lo convalidado por el propio Gobierno en la última licitación de deuda en pesos.

«Se da un contexto de mayor escasez de pesos, debido a que los bancos tienen que integrar una mayor proporción de encajes en efectivo desde el primero de agosto», evaluó la consultora PPI en su último reporte a clientes

El Banco Central subió los encajes para fondos comunes y cauciones del 20% a 30% y del 30% al 40% anual. Duplicó esa obligación -del 20% a 40%- en tan solo un mes. En simultáneo, antes del final de julio, también subió el encaje para el resto de los depósitos a la vista del 36% al 40% anual, requiriendo la integración por el diferencial en efectivo y no en títulos públicos.

Un fuerte apretón monetario en el sistema financiero, con costos inmediatos para los préstamos bancarios.

Los costos de la medida de Luis Caputo

De acuerdo al último boletín monetario del BCRA, la tasa que cobran los bancos a las empresas por el adelanto de entre uno a siete días ya se encuentra en el 63% anual. «La tasa real está en el 47%», posteó el analista financiero conocido como @Juancito Nieve en la red «X».

«Creo que todavía no lograron estabilizar la situación post LEFIs. Va un mes, prácticamente. Y esto no es gratuito para los créditos«, dijo Amilcar Collante a iProfesional

«La medida demanda que el sistema financiero tenga que incrementar su posición de encajes en efectivo en un estimado de $4,5 billones en agosto», contabilizaron los analistas de PPI encabezados por Emiliano Anselmi.

Hasta que la licitación del próximo miércoles 13 se liquide (será recién el lunes 18) posiblemente nos encontremos en una situación de falta de liquidez. Por lo tanto, no debería sorprendernos que haya cierta volatilidad en las curvas de pesos, que las tasas aumenten y que el dólar esté presionado a la baja.

El dólar se calmó: ¿toma carrera para volver a subir?

Semejante nivel de tasas de interés lograron acomodar al tipo de cambio. Así como durante la última semana de julio se habló de la suba del dólar, la semana pasada -la primera se agosto- se caracterizó por la contención del billete verde.

En la City creen que el Gobierno paga un costo demasiado elevado para sostener al dólar por debajo de los $1.400.

Y que este nivel de las tasas de interés debería bajar más temprano que tarde. El último martes, en la tradicional reunión de la Unión Industrial, se escucharon críticas muy fuertes al plan económico. Y también advertencias sobre la subsistencia de las compañías más chicas.

Las presiones para disminuir las tasas irán en crecimiento a medida que transcurran las próximas semanas.

Mientras tanto, la economía se enfría

Los últimos indicadores sobre la economía real le están dando al Gobierno una realidad más dura que la esperada por los propios Caputo’s Boys.

El INDEC dio cuenta de un hecho trascendental a la hora de analizar el escenario económico: la industria mostró una contracción del 1,2% en junio respecto de mayo.

A lo largo del primer semestre del año hubo tres meses positivos y otros tres negativos. Así, la mejora del 7,1% interanual durante la primera parte del año no llegó a compensar el desplome del 16,1% del primer semestre de 2024.

La industria, con este retroceso, volvió a los niveles de marzo pasado.

En el sector de la construcción tampoco hay demasiado aire: en julio, el Índice Construya, que mide la evolución de los volúmenes vendidos al sector privado de los productos para la construcción que fabrican las empresas que lo conforman, registró una baja del 0,47% mensual desestacionalizada. La comparación interanual del índice registró una suba de 0,10%.

Esta contracción podría marcar un pozo en la dinámica del sector. El INDEC anunció que en junio hubo una leve mejora, del 0,9% versus mayo. ¿Ya será historia vieja esa suba?

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