sábado, 25 octubre, 2025

San Luis del Palmar: la crecida no da tregua y más familias fueron evacuadas

La localidad y sus zonas aledañas atraviesan una situación crítica tras más de una semana de anegamientos, exacerbada por las intensas lluvias registradas en las últimas horas.

El intendente de San Luis del Palmar, Reni Buján, confirmó en una charla con la prensa capitalina que el panorama climático «viene afectando muy fuerte» y que el reciente temporal provocó que el agua, que se esperaba que comenzara a ceder, vuelva a subir, complicando nuevamente la zona y generando nuevas evacuaciones.

La realidad es que el pueblo mismo ya está conteniendo a familias evacuadas, y la esperanza de una pronta vuelta a la normalidad se disipa.

Al momento de la comunicación, seis familias se encontraban alojadas en el albergue municipal, con una familia más autoevacuada en un domicilio particular. Además, el municipio estaba asistiendo a otra familia que debió penosamente abandonar su domicilio por el avance del agua.

El intendente Buján reconoció el impacto emocional de este revés. Las familias que asistían venían con la ilusión de regresar a sus hogares, esperando que para el día lunes la situación se normalizara. Sin embargo, la nueva crecida «cambia un poco el estado de ánimo de las personas». La consigna ahora es ser precavidos ante una situación que se vuelve a repetir.

El peligro en la zona urbana es constante: «El agua por ahí de un de un rato para otro realmente levanta la altura». Los picos de las crecidas son muy rápidos debido a la gran cantidad de agua que sigue ingresando al sistema hídrico local.

Sobre la situación en la zona urbana, la encargada de Asistencia Social, María Rosa Gómez, sostuvo que se esperan más familias en el albergue deportivo Mbayá Soto, donde hasta ayer había seis familias alojadas. Especialmente se refirió a los que construyeron sus viviendas en las zonas bajas junto al cauce del Riachuelo, que terminan bajo agua con los desbordes.

La catástrofe en la ruralidad: aislamiento total

Si bien la situación es tensa en el casco urbano, es en la zona rural donde se vive el aislamiento más dramático. Buján detalló que la Cuarta Sección, específicamente el paraje Empedrado Limpio, está «pasándola muy mal». El río se desbordó, dejando a los pobladores aislados. A pesar de las esperanzas de que el caudal bajara, el agua sigue avanzando.

La Sexta Sección, ubicada a unos 15 kilómetros de la localidad, fue golpeada por un feroz temporal, que dejó como saldo postes caídos cerca de una escuela rural, lo que provocó el corte del suministro eléctrico y familias que sufrieron voladuras de los techos. El intendente señaló que, históricamente, esta zona parece tener una tendencia a sufrir las consecuencias de este tipo de fenómenos meteorológicos, posiblemente por su ubicación geográfica.

Domingo de elecciones comprometido

Como se sabe este domingo se realizan las elecciones legislativas nacionales, sin embargo en la zona el panorama es crítico. La transitabilidad de los caminos anegados perjudica gravemente la movilidad y, lógicamente, la participación ciudadana en el proceso electoral.

El Intendente destacó la voluntad de los pobladores de la Cuarta Sección, quienes manifestaron su frustración por no poder movilizarse: «Esta vez te voy a fallar, no voy a poder acompañarte, porque porque el camino no se ve».

Seis centros de votación en la zona rural se encuentran comprometidos, siendo muy pocos los lugares que quedan transitables. Las autoridades, incluyendo el Ejército, se comunicaron con el municipio por la preocupación que generan dos escuelas que están más aisladas, una de ellas a 89 km (Quinta Sección).

El corazón en la boca

La preocupación principal de San Luis del Palmar no se limita a las lluvias, sino al caudal de agua que está bajando de las zonas altas, que desaguan en el Riachuelo.

«Nosotros siempre estamos con el corazón en la boca», afirmó el intendente.

La localidad está atenta al agua que, según las previsiones, estaría llegando a la zona en las próximas 24 a 48 horas. Este flujo hídrico se alimenta de las lagunas de donde nace el arroyo «Riachuelo» que bordea la zona urbana, y debido a la gran acumulación de agua, «en pocos días se empieza a notar» la crecida.

La situación se torna más compleja a cada hora, y las autoridades mantienen la alerta constante ante la posibilidad de que la crecida en las próximas horas obligue a nuevas evacuaciones.

Así cruzaban a caballo un puente sobre un arroyo desbordado por las inundaciones en la zona de Empedrado Limpio, hace apenas 24 horas.
Los productores se vieron obligados a trasladar la hacienda a zonas elevadas.

Fotos y videos: gentileza Luis D Encinas

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