sábado, 23 noviembre, 2024

Las tres señales que dio Milei al postular a Ariel Lijo y a García-Mansilla para integrar la Corte Suprema

Este miércoles, el Ejecutivo propuso a un juez federal y a un catedrático para sumarse al Máximo Tribunal. Las motivaciones del mandatario detrás de esta postulación.

Adrián Ventura

Javier Milei postuló para jueces de la Corte Suprema a Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla (Foto: NA / AP / Universidad Austral).

Javier Milei postuló para jueces de la Corte Suprema a Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla (Foto: NA / AP / Universidad Austral).

Era muy difícil imaginar que Javier Milei, contando con tan solo siete senadores propios, fuese a intentar completar una vacante en la Corte Suprema, cargo para el que debe reunir una mayoría calificada de dos tercios de los legisladores presentes.

Pero Milei lo hizo y fue por más. Propuso dos candidatos: Ariel Lijo, para reemplazar a la ya jubilada Elena Highton; y a García-Mansilla, para ocupar el cargo que recién dejará en diciembre de este año, Juan Carlos Maqueda. Maqueda esperaba los 75 años para jubilarse y no pensaba buscar un nuevo acuerdo del Senado para permanecer otros 5 años. Lo que no imaginó es que el Gobierno le negaría el derecho a pretender esa extensión del plazo: el comunicado de Presidencia dice que Maqueda “deberá” jubilarse. El fuerte de Milei no es la cortesía.

Leé también: Quién es Ariel Lijo, el candidato de Javier Milei para la Corte Suprema de Justicia

¿Qué es lo que busca Milei con las designaciones de Lijo y de García-Mansilla?

En primer lugar, cambiar el equilibrio de poder en la Corte. Hasta ahora, Maqueda, Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz formaban un bloque y Lorenzetti permanecía aislado. Ahora, con la jubilación de Maqueda, el equilibrio interno cambiará en favor de Lorenzetti, un gran articulador de este desenlace. Lijo es el hijo político de Lorenzetti y ambos estarán en sintonía.

Lorenzetti y Lijo conforman, desde hace muchos años, un tándem con gran predicamento dentro de todo el Poder Judicial. Y Lijo, quizá, es el juez federal penal más poderoso después de María Servino. Tiene un enorme predicamento dentro de todo el Poder Judicial y un dato adicional que es fundamental: sus sólidos contactos políticos con toda la oposición le permitirán alcanzar, sin mayor esfuerzo, los votos suficientes de los senadores.

Leé también: Cambios en la Corte: los pasos que deberá seguir el Gobierno para nombrar a los jueces Lijo y García-Mansilla

Corte Suprema: el juez federal Ariel Lijo fue nominado para cubrir la vacante que dejó Elena Highton de Nolasco en 2021. Manuel García-Mansilla es candidato a reemplazar a Juan Carlos Maqueda, que cumple la edad jubilatoria a fin de este año. (Foto: Telam / Captura Sendo TV)

Corte Suprema: el juez federal Ariel Lijo fue nominado para cubrir la vacante que dejó Elena Highton de Nolasco en 2021. Manuel García-Mansilla es candidato a reemplazar a Juan Carlos Maqueda, que cumple la edad jubilatoria a fin de este año. (Foto: Telam / Captura Sendo TV)

Por su parte, García-Mansilla, actuante inmerso en el área académica —enseña Derecho Constitucional en la Universidad Austral— es un importante abogado, vinculado al mundo empresario y se especializó en el sector de los hidrocarburos. Pero, además, es muy cercano al Opus Dei, es conservador y antiabortista.

Milei dice en el comunicado que busca reforzar el perfil liberal de la justicia. Y, para ello, dio tres señales: primero, soslayó la posibilidad de elegir a una mujer, en abierto desafío a los sectores progresistas; segundo, buscó la ayuda de Lijo para que, junto con Lorenzetti, equilibren el poder de la Corte y construyan apoyos dentro del Poder Judicial y, tercero, con la elección de García-Mansilla da una señal positiva a la Iglesia y al establishment empresario.

Más Noticias

Noticias
Relacionadas