La Escuela de la Familia Agrícola (EFA) Pejú Porá de Paso Tala en Perugorría, que a principios de año fue afectada por las inundaciones, se recuperó y ahora enfrenta otra problemática. A pocos días del inicio de clases, la escuela reveló que sufre un grave problema de contaminación del agua que pone en riesgo la salud de los alumnos y el normal desarrollo de las actividades educativas.
El equipo docente y el Consejo de Padres de la EFA, emitió un comunicado a través de las redes sociales en el que solicitan urgentemente la colaboración de la comunidad y las autoridades.
Debido a la contaminación del agua, más de diez personas en la escuela sufrieron «fuertes descomposturas gastrointestinales y fiebre». La situación obligó a mandar a los alumnos a sus casas una semana antes de comenzar el receso escolar de invierno. A pesar de realizar las gestiones pertinentes, aún no se obtuvo una solución, de acuerdo al comunicado.
URGENCIA
Para poder comenzar las clases este lunes 29, la escuela necesita con urgencia un tanque de agua de aproximadamente 20.000 litros, fundamental para tratar el agua y distribuirla a los reservorios que abastecen al internado y al sector productivo de la institución. En la escuela, además, se utiliza el líquido vital para regar huertas y el abrevadero de los animales de granja que crían los alumnos.
La falta de acceso al agua potable dificulta el proceso de enseñanza y aprendizaje en cualquier establecimiento educativo, y especialmente en este que tiene un sistema de alternancia, es decir que los chicos viven en la escuela parte del año.
Las autoridades escolares dejaron en claro que recuperar las clases perdidas en diciembre o enero es inviable debido a las altas temperaturas de la región. La contaminación del agua se atribuye a las inundaciones ocurridas en enero último.
IMPOSIBILIDAD
Hacer una nueva perforación para obtener agua tampoco es una opción viable para la escuela, ya que a unos 12 metros de profundidad se encuentran piedras, y para superarlas se necesitarían máquinas especiales que están fuera del alcance económico de la institución.
Es por ello que el equipo docente y el Consejo de Padres hacen un llamado a la solidaridad de la comunidad. Si alguien puede ayudar o conoce a quien que pueda hacerlo, su colaboración será inmensamente apreciada.
La educación de los jóvenes no puede esperar. Su salud y bienestar son prioritarios.
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