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Los superalimentos se convirtieron en ingredientes fundamentales de la alimentación y de las dietas para perder peso ya que, además de ayudar a controlar las calorías, son nutritivos y contribuyen a mantener la energía y nutrientes que el organismo necesita.
Se trata de productos multipropiedades con los que se pueden elaborar infinidad de recetas sanas y saludables, platos bajos en calorías pero con un gran aporte nutricional.
Beneficios del kale
El kale (Brassica oleracea) es uno de esos superalimentos que es necesario incorporar a la dieta por varios motivos: es muy beneficioso para el organismo porque aporta muy pocas calorías, pero está repleto de hierro, calcio, vitaminas y omega 3.
Los superalimentos sirven para muchos objetivos diferentes, desde bajar el colesterol hasta regular los niveles de azúcar en sangre, mejorar la digestión o contribuir al correcto tránsito intestinal
Este superalimento se destaca por su alta concentración de vitamina K, un nutriente fundamental para la correcta circulación y coagulación sanguínea y necesario para la absorción del calcio en los huesos. El kale también aporta una importante dosis de vitaminas A y C.
Además, el kale puede ayudar a las personas con problemas de colesterol, ya que su alto contenido de ácidos grasos omega 3 es perfecto para reducir los niveles de LDL en sangre y aumentar los del colesterol bueno, ayudando a prevenir enfermedades cardiovasculares.
Su alto porcentaje de vitamina C lo convierte en un alimento antiedad, ya que contiene antioxidantes que luchan contra los efectos de los radicales libres, principal factor de envejecimiento de la piel y el organismo.
El kale aporta un número de calorías muy reducido (49 kcal por cada 100 gramos), por lo que es una buena opción para emplear en ensaladas, guisos o como guarnición en cualquier plato. Además, tiene una buena cantidad de agua en su composición, por lo que es un superalimento muy liviano que aporta hidratación y ayuda a saciarte sin engordar.
El kale incrementa la actividad de las enzimas protectoras, en especial de la quinona reductasa, que previene la formación de tumores
Para comenzar el día con mucha energía y cumplir con los requerimientos nutricionales del organismo, una buena receta es desayunar con jugo de kale fresco. Se puede combinar con frutas o con verduras como apio, zanahoria, remolacha o la verdura de estación del momento.
Cultivar kale en casa
El kale necesita sol pleno, suelos profundos con buen drenaje y grandes aportes de compost. Es capaz de soportar temperaturas muy bajas, por lo cual no existe una época determinada para plantarlo.
La planta de kale tiene la característica de no formar cabeza. La forma de cosecha depende de la variedad: de los kale en forma de roseta se cosechan las hojas jóvenes y se dejan las inferiores (grandes y duras) que mantendrán la planta.
Las variedades que tienen el tallo largo se cosechan de abajo hacia arriba, por lo que las plantas quedan en forma de “palmera”.
LA NACION