En medio del conflicto del Gobierno con los gremios aeronáuticos, el expresidente Mauricio Macri reclamó un “plan de desarme urgente” para Aerolíneas Argentinas, con fuertes dardos a los sindicalistas del sector, sobre todo a Pablo Biró, secretario general de los pilotos, con quien tuvo un difícil trato cuando estuvo frente a la Casa Rosada. Para solventar su postura, el antes mandatario propuso tres alternativas de salida para la empresa estatal, que incluyen un proceso de quiebra, la escisión en dos o tres firmas nuevas, o la “rápida” reducción y liquidación.
En una extensa publicación que hizo en su cuenta de X y que tituló La estafa de Aerolíneas Argentinas, el actual titular de Pro indicó: “Por el bien de todos los argentinos, lo que necesita Aerolíneas Argentinas es un plan de desarme urgente”.
Convencido de que la situación actual de la compañía es “una ruina sin salida”, el exmandatario -que buscó aplicar una política de “cielos abiertos” durante su gestión, que habilitó el desembarco en la Argentina de las low cost y que, como el actual presidente Javier Milei, tuvo una fuerte discordia con los gremios aeronáuticos- expresó que los convenios colectivos de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas, que conduce Biró; de la Asociación Personal Técnico Aeronáutico (APTA), de Ricardo Cirielli; y de los Aeronavegantes, de Juan Pablo Brey, estipulan “privilegios insostenibles y vergonzosos”.
“Biró y sus socios han estafado demasiados años a los argentinos, incluso a aquellos que no vuelan, bajo la falsa bandera de soberanía y el concepto anacrónico (y costoso) de aerolínea de bandera. Son ellos quienes se encargaron de que hoy se vuele poco, que sea caro, que haya menos conexiones entre provincias y, principalmente, de hostigar descaradamente a la competencia para mantener sus beneficios”, arremetió Macri contra el titular de APLA, que fue denunciado por el Ministerio de Seguridad nacional el miércoles, y contra sus laderos sindicales.
Además, el expresidente planteó que la mayoría de las pérdidas de Aerolíneas se dan en las rutas internacionales, donde consideró que tiene todavía “menos sentido” que la gente subsidie conexiones que existen a través de otras empresas, ya que -según su planteo- en todas hay competidores con tarifas similares que “les cuestan cero” pesos a los argentinos.
En eso, hizo gala de la “revolución de los aviones” que le adjudicó a su gestión entre 2015 y 2019, a la vez que dijo que su paso por el Gobierno dejó una lección, que expuso de la siguiente manera: “Lo importante no pasa por quién es el dueño, sino porque la aerolínea funcione. Y funcionar es simplemente tener que hacer lo que hay que hacer sin costarle un peso a los argentinos”. Entonces acotó: “Insólito, pero todavía hay que explicarlo”.
Para ponderar su administración, Macri también dijo que durante esos años volar fue 80% más barato que en 2015; que, para 2019, volaron por el país seis millones más de pasajeros que en 2015; y que por primera vez en 12 años ingresaron nuevas líneas aéreas al país, después de estar “estancados sin opciones”.
Por otra parte, analizó el mercado en el mundo y dijo que la conectividad aérea se garantiza con “otros modos”, como él lo intentó durante su gobierno de Cambiemos, momento en el que -de acuerdo a su visión- demostró que “se vuela más y más barato con un sistema de apertura y de competencia”.
“El gobierno actual encara una política semejante, respondiendo el mandato social que pide responsabilidad fiscal y la reducción del Estado exagerado al que nos sometió el kirchnerismo por años”, comentó el expresidente para darle su apoyo a Milei, con quien tiene buena sintonía (pese a que no le habilita un desembarco de cuadros de Pro en segundas y terceras líneas) y quien está impedido para avanzar en la privatización de Aerolíneas Argentinas debido a que la oposición en el Congreso no lo habilitó durante le tratamiento de la Ley Bases.
Fue en ese momento que Macri detalló las tres opciones que ve para la compañía que conduce Fabián Lombardo, denostado por los gremios:
“Quiero aclarar algo. Aunque la mayoría de los empleados de la empresa sean excelentes profesionales y buenos trabajadores, no dejan de ser rehenes de unos pocos que no quieren que la empresa funcione. Aerolíneas Argentinas tiene activos humanos de primer nivel y materiales de interés sustancial para competidores del sector aéreo: aviones, talleres, infraestructura, simuladores. En un sector de crecimiento e ingreso de nuevas empresas, los empleados altamente profesionales de Aerolíneas (que son la mayoría) hallarán rápidamente oportunidades. Hay muchos ejemplos en países de la región, como el caso de VARIG en Brasil, donde sus empleados pudieron insertarse en el mercado dentro de las aerolíneas que hoy vuelan más rutas y son más accesibles para la población”, comentó el exmandatario sobre los trabajadores que son parte de las filas de Aerolíneas Argentinas y que, si se avanza con su pedido de “desarme urgente”, se quedarían sin sus puestos de empleo.
Para concluir, Macri advirtió que hay en frente dos caminos. “Uno es un país conectado, con opciones y pasajes baratos, donde miles de personas pueden subirse por primera vez a un avión y donde los argentinos se reencuentran con sus familias en cada una de las provincias sin costarle un peso a la sociedad. O un país donde Biró y sus socios siguen manejando nuestras vidas con el dinero de nuestros bolsillos para mantener sus beneficios”, contrastó y cerró: “¿Cuál vamos a elegir?”.
LA NACION