martes, 1 octubre, 2024

Karina Milei y Patricia Bullrich sellaron el pacto para fusionar los bloques en la provincia durante una cumbre en Casa Rosada

Todo estaba hablado hace días, pero hoy terminaron de urdir la jugada durante una cumbre en la Casa Rosada. La secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, sellaron esta tarde el acuerdo para unificar los bloques legislativos de La Libertad Avanza y Pro Libertad en la provincia de Buenos Aires.

La excusa formal del acuerdo es sumar voluntades para darle batalla a Axel Kicillof en el principal bastión electoral del kirchnerismo. Sin embargo, el movimiento de fichas implica, ante todo, un mensaje a Mauricio Macri, jefe de Pro, de cara a la discusión por el armado electoral de 2025.

A través de un comunicado, expresaron que se unieron para “defender” a los bonaerenses de la “voracidad impositiva” de Kicillof, con la promesa de impulsar proyectos para desregular la economía, bajar la presión impositiva o bajar el déficit fiscla. También dijeron que empujarán para “alinear las políticas de seguridad en la provincia de Buenos Aires con las políticas nacionales”.

“Esta unidad en la acción tiene un solo fin: que los ciudadanos de la provincia de Buenos Aires sean parte del país de la libertad que construye el presidente Milei”, concluyeron.

Después de varias semanas de negociaciones –el anuncio se había postergado por el viaje de Milei a los Estados Unidos–, la hermana del jefe del Estado y flamante presidente del partido nacional del oficialismo cerró el trato para que los diputados y senadores bonaerenses que responden a Bullrich y Diego Valenzuela, intendente de Tres de Febrero, aliado de la ministra en la puja de poder con Macri, se incorporen de manera oficial a las bancadas de La Libertad Avanza en Buenos Aires. Por ahora, esos pases no tendrán un correlato en el Congreso nacional, donde los bullrichistas suelen votar en coincidencia con los intereses del oficialismo. En la Legislatura porteña, en tanto, los alfiles de la ministra no ocultan su identificación el grupo que comanda Karina Milei, que endureció sus posturas frente a los proyectos de Pro y complica a Jorge Macri.

Mientras el expresidente rechaza una fusión con LLA y toma distancia de la Casa Rosada por sus diferencias respecto a la capacidad de gestión, el manejo de la política exterior o el pliego de Ariel Lijo, Bullrich se diferencia de su exsocio y acelera la convergencia con los libertarios. Al Presidente no solo lo defiende ante la opinión pública, sino que también le acerca a sus leales en Pro, quienes prometen acatar los lineamientos de la Casa Rosada y apoyar sin peros el rumbo del oficialismo. Así, Bullrich pretende limitar la influencia de Macri, que se quedó con las manijas del partido y controla estructura orgánica, en el momento de la disputa por conformación de las listas para las próxima legislativas.

Al encuentro en Balcarce 50 también asistieron las autoridades de los bloques de ambos espacios –Agustín Romo (LLA), Florencia Retamoso (Pro Libertad), Carlos Curestis (LLA) y Daniel Reich (Pro Libertad)-, Sebastián Pareja, armador del mileismo en Buenos Aires, y Valenzuela, el intendente del conurbano más cercano a la Casa Rosada.

La maniobra que ejecutaron Karina Milei y Bullrich impacta en el tablero la provincia, pero aún no altera la correlación de fuerzas. Los libertarios aún lamentan las deserciones de los “díscolos”, la línea interna que encabeza Carlos Kikuchi, exarmador nacional de Milei. Con el pase de los cinco diputados, LLA tendrá 12 representantes y quedará a tiro de empardar a Pro como la segunda minoría. Ya sumaron a Jazmín Carrizo (BA Libre), del sector de Carolina Píparo, quien volvió de forma sorpresiva al ecosistema libertario tras una gestión de Karina Milei, y aspiran finiquitar un trato con el marplatense Guillermo Castello (Libre).

En el caso del Senado, Pro Libertad solo aportará una senadora -Reich- al bloque de tres representantes que comanda Curestis. Ya activaron gestiones para sumar a Betina Riva, cercana a Píparo. La fusión, dicen, podría trasladarse a los Concejos Deliberantes.

Los armadores de Karina Milei y los delegados de Bullrich apuntan a coordinar posturas y conformar un frente anti-Kicillof en Buenos Aires, pero también a discutir de manera formal la mejor estrategia para converger en las legislativas de 2025.

En la nueva línea interna de Pro presumen que la fractura les dará mayor libertad para desmarcarse de los acuerdos entre un sector del macrismo y la UCR con Kicillof, como ocurrió con la suba de impuestos, y posicionarse en el universo anti-kirchnerista de Buenos Aires y del conurbano, un terreno que le resulta esquivo a Milei.

A sabiendas de que la coyuntura económica y social marcará el pulso de las conversaciones con Pro, los arquitectos políticos de Milei congelan las tratativas con Macri para construir una coalición electoral y apuestan a seducir a dirigentes amarillos que sean competitivos en Buenos Aires para que se muden a La Libertad Avanza en las elecciones de medio término.

Bullrich y Valenzuela estrecharon lazos después de que Cristian Ritondo, con el aval de Macri, se quedara con el control de Pro en Buenos Aires. Fue después de que el macrismo le vaciara el partido a Reich, extitular y esposa de Valenzuela, con una ola de renuncias. En ese momento, la ministra y el intendente de Tres de Febrero denunciaron un “golpe institucional”.

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