Este viernes, a partir de las 14, habrá una seguidilla de reuniones en las oficinas de Aerolíneas. Los tres gremios más duros, que aún no cerraron paritarias, volverán a la mesa de diálogo. Y algunos sindicatos dejaron trascender que tienen expectativa de que se pueda encaminar el conflicto.
Habrá tres encuentros independientes de las autoridades de la empresa con los representantes de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), que conduce Pablo Biró; la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA), encabezada por Juan Pablo Brey, y la 16, a una comitiva de Asociación del Personal Aeronáutico (APA), liderada por Edgardo Llano.
El reclamo gremial, en lo formal, es de una recomposición salarial que sea superior al 11,8% más dos puntos adicionales que Aerolíneas ofreció en su momento para el período junio-agosto. Los tres sindicatos no aceptaron esa propuesta.
Estos tres gremios, junto con la Unión de Personal Superior (UPSA) están encolumnados dentro de la resistencia a toda la política aerocomercial del Gobierno: Biró, Llano y Rubén Fernández (UPSA) están alineados con el kirchnerismo, mientras que Juan Pablo Brey lo hace con el moyanismo.
El Gobierno podría iniciar un procedimiento preventivo de crisis en Aerolíneas, un mecanismo que permite despedir y suspender empleados y donde el árbitro es el ministerio de Trabajo.
Esa decisión, en lo formal, está condicionada a que los gremios aeronáuticos presenten una “propuesta superadora” para finalizar la crisis en Aerolíneas Argentinas y el sector aeronáutico en su conjunto, que se expresa en paros salvajes contra los pasajeros.
Las reuniones de este viernes podrían inclinar la balanza hacia un lado o el otro.
Nota en desarrollo