En un contexto económico desafiante como el argentino, donde las organizaciones enfrentan limitaciones en cuanto a recursos y márgenes de error, muchas empresas optan por modelos de gestión que privilegian la estabilidad y la eficiencia a largo plazo. Si bien el enfoque de Elon Musk, basado en la innovación disruptiva y la velocidad, resulta atractivo y es muy admirado, numerosas empresas locales encuentran en el management japonés una alternativa más alineada con sus necesidades y su realidad. Este modelo, enfocado en la sostenibilidad, la calidad y la mejora continua, permite a las pymes argentinas gestionar riesgos de manera más controlada, optimizando sus procesos y decisiones sin comprometer su estabilidad económico-financiera.
Mientras el modelo de Musk puede resultar muy bueno para adaptarse en estos contextos cambiantes y “apagar incendios”, el modelo japonés apunta directamente a “evitar que los incendios sucedan”, explican desde la Consultora TAHO, responsable de la diplomatura de Lean Management de la Universidad ITBA y del programa en Japón JAME para alta dirección por los cuales ya pasaron más de 500 graduados de 150 distintas empresas argentinas. Uno de sus cofundadores y director, Facundo González señala que cualquier empresa argentina podría aplicar este modelo “que implica perseguir un propósito compartido con una clara visión de largo plazo, trabajar fuertemente en los procesos y desarrollo de las personas a través de líderes positivos que generen equipos de excelencia, promoviendo la resolución permanente de los problemas e impulsando así el aprendizaje organizacional continuo”.
Diferencias del management japonés.
1. Cultura de equipo vs. empoderamiento individual
El estilo de Musk suele destacarse por su liderazgo centralizado de comando y control. En contraste, el modelo japonés promueve el sentimiento de equipo, la gestión participativa en la que cada miembro tiene un rol activo y protagonista. Esto mejora el compromiso y aprovecha la experiencia colectiva. En Argentina, empresas como la autopartista Cordero SRL implementaron prácticas que impulsan la inclusión laboral y el sentimiento de pertenencia, con programas como “Empleo con Apoyo”, facilitando la inserción de personas con discapacidades en áreas de logística y producción. “Esta inclusión se tradujo en una reducción significativa del ausentismo y un ambiente laboral positivo, habiendo sido de gran utilidad los aprendizajes adquiridos a través de Omron Taiyo durante nuestro viaje a Japón”, comenta Rosana Cordero, socio gerente de la firma.
2. Enfoque en la calidad vs. enfoque en la innovación. Si bien Musk es reconocido por los constantes lanzamientos de productos innovadores, esto puede traer aparejado algunos riesgos y costos elevados. En economías como la argentina donde los márgenes para equivocaciones pueden ser pequeños, el management japonés podría adaptarse mejor. Más allá de querer satisfacer a sus clientes, resolviendo sus necesidades y deseos, entiende que la lealtad es clave para el crecimiento sostenido y para ello prefiere cambios pequeños y dirigidos con precisión para siempre mejorar la percepción de calidad y valor de cada producto o servicio que se entrega. La consultora TAHO que organiza viajes de inmersión a Japón para líderes empresariales argentinos, permite presenciar de primera mano y comprender el valor de este enfoque in situ. “Lo que más me llamó la atención y me llevó muchas herramientas de las empresas que visitamos es la importancia que dan sus líderes a la gente, mientras nosotros lo hacemos en los resultados esperados. Y el deber que sienten y tienen con retribuir a la sociedad para su mejora o felicidad desde lo que hace cada empresa. Con este objetivo tan alto el resultado deseado ya está implícito y así es más fácil poder lograrlo.” afirma Silvio Scarinci, director Comercial de Australtub
3. Mejora continua vs. disrupción constante. La disrupción de Musk es admirable, pero puede ser agotador para los miembros del equipo, por su parte el management japonés se basa en el principio de Kaizen, o mejora continua, donde cada proceso, por pequeño que sea, se evalúa para ir perfeccionándolo paso a paso entendiendo las consecuencias de cada cambio. “En un trabajo en conjunto con Ing&Mant, inversiones para adecuación de plantas, optimización de procesos y revisando los desvíos diariamente frente a nuestro tablero con el equipo ampliado y aplicando kaizen, hemos logrado reducir las paradas de producción en un 50% respecto a las registradas en el 2022”, dice Alberto Galván, Gerente de Planta de Citrusvil.
4. Metodología de las 5S: orden y eficiencia. El management japonés promueve la metodología de las 5S, una técnica de organización y limpieza que optimiza el espacio de trabajo al eliminar elementos innecesarios, organizar lo esencial y mantener la limpieza, creando así un entorno ordenado y eficiente. Esta metodología, que se basa en cinco principios japoneses (Seiri, Seiton, Seiso, Seiketsu y Shitsuke), puede aplicarse tanto en grandes empresas como en pequeñas, como un restaurante, que buscan mejorar su productividad con recursos limitados. “Desde que implementamos las 5S en Industrias Saladillo, noté un gran compromiso del personal. Creo que esto se debe a que la metodología los involucra directamente en las mejoras, haciéndolos partícipes y responsables. Además, mejoró el ambiente laboral y con esto una leve reducción del ausentismo. También logramos menos desperdicios y un uso más eficiente de materiales como trapos, escobas y bolsas. Incluso los tiempos logísticos se redujeron, optimizando nuestras operaciones.” destaca Felipe May, director Industrial de Industrias Saladillo
5. Consenso vs. decisión centralizada
En occidente, el liderazgo suele centralizar la toma de decisiones en una sola persona o en una cúpula. En cambio, el modelo japonés fomenta la toma de decisiones por consenso y colaborativamente, incluyendo diferentes perspectivas y logrando una mayor aceptación en los equipos. Esto fortalece el compromiso y la innovación en todos los niveles, dentro de la empresa.
De esta manera, el management japonés ofrece a las empresas argentinas un camino sostenible, enseñando no solo a buscar las raíces de los problemas y a tomar decisiones a conciencia, sino también a construir una base sólida para el crecimiento y desarrollo de las organizaciones locales. Este enfoque permite optimizar procesos de forma estructurada y progresiva, adaptándose a las necesidades cambiantes sin comprometer la estabilidad. “Este modelo ha demostrado ser efectivo y eficiente en la optimización de procesos y decisiones para fortalecer la cultura organizacional argentina, donde las compañías no tienen margen para enfrentar las consecuencias de una mala decisión,” concluye Jorge Anschütz, cofundador y director de TAHO.
Si bien un lanzamiento innovador puede traer grandes aciertos, también conlleva altos riesgos y posibles costos no previstos. En cambio, una visión basada en muchos pequeños pasos que direccionen el compromiso de todos parecería ser un enfoque más lógico y sostenible para las realidades locales, permitiendo a las empresas argentinas construir un camino hacia el éxito a largo plazo.
por Marcelo Alfano