Al embajador Luis María Kreckler lo conocen como un verdadero “inoxidable”. Desde que Carlos Menem gobernó la Argentina, siempre tuvo cargos importantes, con los Kirchner, con Mauricio Macri, con Alberto Fernández. Puestos destacados, y en el área comercial, que es su fuerte. Pese a estar jubilado y en categoría de convocado, es uno de los pocos profesionales de carrera con larga experiencia que sobreviven en un ministerio como la Cancillería, largamente maltratado y utilizado por el poder de turno.
Ahora, es cónsul general en San Pablo y por decisión de Karina Milei, Kreckler fue convocado especialmente, para que ayude al ministro y empresario Gerardo Werthein a que se reordene el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, que se encuentra en una situación crítica y que detonó tras la expulsión de Diana Mondino del mismo.
Sobre el futuro de “Luis María” hay dos versiones. Una que se va a quedar como un super secretario. Por lo pronto ya ocupa un despacho en el piso 13 junto al del propio canciller, lugar que dejó vacante la abogada Ursula Basset, de estrecho vínculo con Karina Milei, que fue reubicada en otro despacho del piso 9, donde también tiene sus oficinas el secretario de Civilización y Culto, Nahuel Sotelo.
La otra versión indica que Kreckler sólo vino a Buenos Aires por tres meses para ayudarlo a Werthein, que no tiene tropa propia y ahora depende de la fidelidad de Ricardo Lachterman, su experimentado pero aún joven jefe de Gabinete, y del último vicecanciller de Mondino, Eduardo Bustamante. Pero Bustamante figura en los sumarios que pidió abrir el presidente Javier Milei para determinar cómo se opinó internamente ante el voto de su gobierno ante en las Naciones Unidas a favor de levantar el embargo de Estados Unidos a Cuba. Los sumarios suelen abrirse antes caso de graves comportamientos como corrupción u otros abusos, pero nunca por dar consejos sobre un voto, ya que es la tarea del diplomático.
Este voto sin embargo derivó el despido de Mondino. Bustamante fue quien comunicó de hecho que tanto Sotelo -que depende más del llamado “brazo armado” de los libertarios que de Werthein- como el director de Comunicaciones de la Casa Rosada, Juan Carreira, alias Juan Doe en X y leal de Santiago Caputo, habían dado luz verde por la votación a favor de Cuba en la ONU, por la que se castigó a Mondino. Una salida largamente anunciada. Pero la Cancillería desde entonces es otra. Todo el mundo tiene pánico. No consiguen quien acepte puestos altos en Buenos Aires.
Desde que despidieron a Mondino, la Cancillería sigue sin secretario de Relaciones Económicas Internacionales. El anterior secretario del área, el embajador Marcelo Cima, fue desplazado. Werthein sigue sin vocero y prefiere ser él quien comunique sus acciones a determinados periodistas. Tampoco se cubrieron las vacantes de subsecretarias clave son los canales con el cuerpo diplomático extranjero y hay sedes importantes que están sin embajador.
La de España es una. La más insólita es la de la Unión Europea, sin embajador desde mitad de año, un error garrafal de la ex canciller Mondino siendo esta sede es clave para el acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la UE.
El lunes, en una recepción en el Hotel Intercontinental que hizo Ariel Blufstein, director de relaciones internacionales de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) para presentar al nuevo presidente de la entidad, Mauro Berenstein, los embajadores convocados sólo comentaban acerca de la falta de interlocutores en la Cancillería argentina.
La convocatoria de Blufstein fue alta. Había unos 30 diplomáticos. Lo de Kreckler ya se comenzaba a comentar, mientras Berenstein y el saliente presidente Jorge Knoblovits saludaban a los invitados.
Los hermanos Milei tienen una relación especial con la política exterior. Tienen sus propios vínculos con Estados Unidos, con China, Israel, Francia e Italia por nombrar el “top five”.
Curiosamente, a Roma, no llevaron al canciller Werthein y allí cenaron con Alejandro Nimo, vuelto a nombrar consejero comercial de la embajada argentina en España, por Milei, el 9 de agosto pasado. En la cena con el Presidente, que viajó para participar de un festival de la Juventud de la derecha italiana y se reunió otra vez con Giorgia Meloni, estuvieron también los economistas Philipp Bagus y Fernando Ferrero, discípulos cercanos a Jesús Huerta de Soto, a quien admira Milei
Fueron esos vínculos los que afectaron al embajador diplomático Roberto Bosch, a quien se le ordenó volver a Buenos Aires. Si no triunfa la línea Werthein de poner a un empresario cercano en España -le habría ofrecido el puesto a Martín Varsavsky- o un diplomático, otro de los favoritos a ocupar la sede es Nimo, que llegó allí por consejo de Sergio Massa, pero hoy consechó sus vínculos con la nobleza y empresarios españoles que son del paladar de Milei. El presidente quiere un reordenamiento de la embajada. El plan de Nimo es traerle a Milei un esquema de inversiones por US$ 3.000 millones.
En cambio, Keckler conquistó la confianza de Karina. El embajador no quiso hablar ante las consultas de Clarín.
Kreckler tuvo momentos de baja y algunos golpes como el que le dio Alberto Fernández, cuando lo mandaron de número uno a China pero luego le arrebataron el puesto para dárselo a Sabino Vaca Narvaja. Proveniente de una familia de “diplos”, conocida como “Los hermanos Kreckler”, Luis María ya tenía 70 años cuando al asumir el gobierno de Milei lo convocó especialmente.
Kreckler tiene altos contactos en el mundo empresarial. Muy Se lo mencionaba como posible vicecanciller de Daniel Scioli si el hoy secretario de Turismo y Deportes le ganaba las elecciones a Mauricio Macri. Con Scioli embajador en Brasilia convivió como cónsul en San Pablo.
A principios de mes, Karina Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo, viajaron a San Pablo, Brasil, para promocionar la Argentina de Javier Milei y hacer un llamado a inversiones en energía y minería. En ese viaje, la poderosa hermana del Presidente fue condecorada con la máxima distinción del Estado por el gobernador Tarcisio de Freitas, un bolsonarista duro que busca su reelección y que los encuestadores incluso miden a nivel presidencial.
La misión comercial se llevó a cabo en el marco del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), que ofrece beneficios fiscales y aduaneros por 30 años a sectores estratégicos. Los funcionarios argentinos se reunieron con empresarios brasileños y destacaron las oportunidades de inversión en Argentina, enfatizando su riqueza en recursos naturales y potencial humano. La reunión tuvo lugar después de la firma de un acuerdo entre Argentina y Brasil para potenciar las exportaciones de gas desde el yacimiento de Vaca Muerta.