Hoy, una propuesta presentada por los conservadores en el Reino Unido para iniciar una nueva investigación nacional sobre el escándalo de las redes de explotación infantil fue rechazada por los legisladores del Partido Laborista, en medio de acusaciones de ser una estrategia de «juego político«.
La moción para enmendar el proyecto de ley sobre la protección infantil fue desestimada por 364 votos en contra y 111 a favor, dejando una diferencia de 253 votos.
Sin embargo, llama la atención el hecho de que 16 legisladores del Partido Conservador, integrantes de la «oposición» al gobierno socialista del primer ministro Keir Starmer, se abstuvieron en la votación. Lo que es aún mas llamativo es que Rishi Sunak, ex primer ministro británico conservador, fue uno de los que se abstuvo.
La votación tuvo un carácter mayormente simbólico y estuvo dirigida a ejercer presión sobre el Partido Laborista tras varios días de tensión política por los comentarios de Elon Musk, quien volvió a poner en el foco mediático las redes de abuso sexual, integradas por bandas de inmigrantes ilegales musulmanes.
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El multimillonario criticó al líder laborista y primer ministro, Keir Starmer, y a la ministra de protección social, Jess Phillips, luego de que esta última rechazara la necesidad de una investigación nacional sobre la explotación sexual infantil en Oldham, argumentando que dicho análisis debería realizarse a nivel local.
La lista de los conservadores que se abstuvieron
Los miembros del Partido Conservador que se abstuvieron en la votación son los siguientes: Stuart Andrew, Andrew Bowie, Dame Karen Bradley, Suella Braverman, James Cleverly, Geoffrey Cox, Charlie Dewhirst, Richard Fuller, Mark Garnier, Alison Griffiths, Simon Hoare, Shivani Raja, Joe Robertson, Desmond Swayne, Jeremy Wright, y el exprimer ministro Rishi Sunak.
Por otra parte, casi la totalidad del Partido Laborista, liderado por Keir Starmer, votó en contra de la investigación, algo que demuestra su compromiso de proteger a los violadores de niñas.
Al referirse a la controversia, Starmer, en vez de atacar a los violadores musulmanes, se dedicó a criticar a la derecha, acusándola de «mentirosa«, negando la enorme cantidad de casos de violación y comentando que «aquellos que propagan mentiras no están interesados en las víctimas«.
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El primer ministro también afirmó que quienes quieren una investigación completa sobre las bandas de violadores de Gran Bretaña se están «subiendo al carro de la extrema derecha«.
Starmer añadió que estos ataques contra su compañera buscan «promover la intimidación y las amenazas de violencia, confiando en que los medios de comunicación lo amplifiquen«.
De esta manera, el primer ministro británico se puso del lado de los violadores musulmanes, faltándole el respeto a todo un país que quiere justicia ante la inacción de su gobierno.