París, 20 nov (EFE).- La líder de la extrema derecha francesa, Marine Le Pen, amenazó este miércoles con votar una moción de censura contra el Gobierno del primer ministro, Michel Barnier, si traspasa las que considera sus líneas rojas, y en particular con medidas que recorten el poder adquisitivo.
«No aceptaremos que el poder adquisitivo de los franceses quede todavía más amputado en las circunstancias actuales, eso es una línea roja. Si se traspasa esa línea roja, votaremos la censura», señaló Le Pen en una entrevista a la emisora RTL.
Insistió en que sobre la posibilidad de tumbar al Ejecutivo «no hay ninguna ambigüedad, desde el principio hemos dicho lo que queríamos» con los presupuestos, que se están tramitando en el Parlamento.
Y criticó algunas de las disposiciones que el Gobierno pretende incluir, como el restablecimiento de un impuesto a la electricidad, que «es inadmisible para nosotros», o el hecho de que no haya ahorros en el funcionamiento de la Administración del Estado.
Igualmente, recordó que para su partido, la Agrupación Nacional, las prioridades son que no aumenten los impuestos para los particulares y las empresas y que no aumenten las cargas para los pensionistas.
Barnier formó Gobierno en septiembre gracias a una compleja coalición de partidos de centro y de derechas que no dispone de mayoría absoluta en la Asamblea Nacional y podría caer si la izquierda y la extrema derecha votaran juntas una moción de censura.
La aprobación de los presupuestos únicamente con los partidos del Ejecutivo parece casi imposible en el momento actual, con lo que cobra cada vez más fuerza la hipótesis de que el primer ministro recurra a un mecanismo constitucional, el artículo 49.3, que le permite adoptarlos sin voto, pero al mismo tiempo activando la posibilidad de una moción de censura.
Le Pen será recibida el lunes por el primer ministro, como el resto de los jefes de grupos parlamentarios, para hablar de los presupuestos y entonces tiene intención de presentarle sus demandas.
Por el momento, consideró que «no se nos ha entendido. Ni siquiera se nos ha escuchado». EFE