Una joven de 22 años fue condenada este miércoles 15 a prisión preventiva por haber seducido, drogado y robado a siete hombres entre 2023 y 2024. Oriunda del barrio porteño de Barracas, la «viuda negra» utilizaba aplicaciones de citas para contactarse con sus víctimas, dormirlas con clonazepam y robarles sus pertenencias. Luego, la joven mujer era ayudada por dos hombres de 26 y 27 años para recoger los bienes robados y organizar su huida.
Se le atribuyeron, al menos, nueve hechos cometidos en distintos puntos de la ciudad de Buenos Aires. La imputada, quien tenía domicilio en la villa 21-24, estuvo prófuga hasta que el pasado 7 de enero. La mujer detenida fue localizada en un puesto de venta de panchos del barrio de Parque Patricios. El arresto fue llevado a cabo por agentes de la División de Investigaciones Comunales 4 de la Policía de la Ciudad, quienes lograron ubicarla gracias a intervenciones telefónicas en tiempo real.
Su modus operandi era el típico de las viudas negras: tejía su red consiguiendo citas con hombres de mayor edad a la suya. Tenía una multiplicidad de perfiles en aplicaciones de encuentro donde se hacía llamas: Catalina, Rocío, Yuli, Magui, Mili o Meli. La joven amante utilizaba diferentes nombres para no ser detectada.
Cuando los hombres acudían a la cita, sin saberlo, ya habían caído en su trampa. La “viuda negra” colocaba Clonazepam [un fármaco que produce somnolencia en altas dosis] en la bebida. Una vez dormidos, se apoderaba de su dinero, objetos de valor, vehículos y realizaba compras en internet a través de sus billeteras virtuales.
Los dos hechos más recientes, dentro de las nueve causas abiertas contra ella, se produjeron el 21 de enero y el 19 de julio de 2024. El primero ocurrió cuando un ciudadano estadounidense, de visita en el país y se alojaba en Palermo, acordó una cita con la viuda negra que se presentó como “Mili” vía una conocida aplicación de encuentros. Tras beber vino blanco, perdió el conocimiento y despertó al día siguiente con el departamento desordenado, notando el robo de su celular, billetera, tarjetas de crédito, licencia de conducir y pasaporte.
El segundo hecho, última fechoría reporta de la “viuda de Tinder” antes de su arresto, ocurrió en Barracas. La mujer, esta vez se presentó como “Meli”, cenó y bebió con la víctima, quien perdió el conocimiento mientras veían una película en su departamento. Un médico del Sistema de Atención Médica de Emergencia (SAME) le diagnosticó “intoxicación por sustancias”. En su caso, le robaron un morral con $20.000, tarjetas de crédito, su celular, tres perfumes, tres notebooks y bebidas.
Tras el último hecho reportado, la Justicia pudo avanzar en la investigación que derivó en la detención de la joven mujer, casi seis meses después de su último ataque.
La detención de esta joven “viuda negra” forman parte de una larga serie de delitos cometidos en los dos últimos años por mujeres y hombres que utilizan las redes sociales para captar a sus víctimas, drogarlas y desvalijarlas. Entre los más resonantes está el de Gloria Aurora, la “viuda negra” de 79 años, o de “Richard” el “viudo negro” chileno que seducía, drogaba y robaba a turistas de ambos géneros en la ciudad.
La investigación, que culminó con la identificación y detención de la “viuda negra” y sus cómplices, estuvo a cargo de la fiscalía nacional en lo Criminal y Correccional N°44, cuyo titular es el fiscal Pablo Recchini. En dicha fiscalía y en el Juzgado N°16 del mismo fuero, a cargo del juez Mariano Iturralde, se acumularon por conexidad todos expedientes que involucran a la misma joven y a los otros dos acusados.
Los tres responsables fueron juzgados el miércoles pasado y se dispuso su prisión preventiva. De los nueve delitos de los que se la acusa, la mujer de 22 años fue procesada como autora o coautora de dos delitos de “hurto”, tres de “robo reiterado”, dos de “robo agravado por su comisión en poblado y en banda reiterado” y dos de “robo triplemente agravado por su comisión en poblado y en banda, con el uso de una llave original previamente sustraída y por tratarse de un vehículo dejado en la vía pública, reiterado en dos ocasiones”. Asimismo, el juez dictó un embargo en su contra por $200 millones.
En cuanto a sus dos compañeros de delito, fueron considerados coautores de los delitos de “robo agravado por su comisión en poblado y en banda” por “robo triplemente agravado por su comisión en poblado y en banda y la utilización de una llave original previamente sustraída y por tratarse de vehículo dejado en la vía pública”. Para ellos, el embargo se fijó en $50 millones.
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