lunes, 20 enero, 2025

La nueva serie que es un mix entre El crucero del amor y Grey’s Anatomy: cómo es la «pochoclera» Doctor Odissey

¿Cómo resistirse a un drama que el diario británico The Guardian define «tan malo que es una genialidad»? Difícil al menos no darle chance al primer capítulo de Doctor Odyssey, la serie disponible en Disney+ y cuyo afiche parece succionarnos al mar más azul y a la memoria emotiva de El crucero del amor.

Esa generación que consumió series estadounidenses en los ochenta (o repeticiones en los noventa, cuando las latas extranjeras no estaban a un clic de distancia) tiene en un rincón privilegiado de su memoria a The Love Boat, clásico de comedia y romance tan naif como fascinante que se estrenó hace 48 años y duró una década. La flamante ficción no es secuela, ni precuela ni remake, pero claramente funciona como homenaje.

El mar, un buque descomunal, historias a bordo sin búsqueda de profundidad… La vuelta de tuerca aquí es el tema médico: enfermedades de pasajeros que un doctor deberá atender junto a su equipo de enfermeros. El listado de alteraciones de la salud puede incluir desde una fractura peneana hasta una intoxicación por mariscos.

Vacaciones+embarcación suntuosa (The Odyssey, de aquí el título de la serie)+complicaciones a bordo+maniobras de emergencia+pasión+ostentación. El resultado: un salpicón de clichés que parecen guiños a Dr. House, E.R, Grey’s Anatomy y Titanic.

El médico en cuestión es un actor al que muchos vieron ya en una ficción referida a la medicina, Joshua Jackson (Dr. Muerte). Y el capitán del barco, rey del timón y la seducción es otro rostro popular, Don Johnson​, inolvidable en estas latitudes por División Miami. Todo se relaciona con todo y Johnson nos recuerda, a los 75 años, que en aquella popular serie su detective Sonny Crocket también conocía cada secreto del mar, porque vivía en una lancha.

El crucero está por zarpar y el capitán Massey le explica a los dos enfermeros, Avery y Tristan (Phillipa Soo y Sean Teale), que encontraron el médico perfecto luego de haber despedido al anterior por un brote de la bacteria Yersinia enterocolítica que mandó a todos los pasajeros al baño.

Elegido entre 110 aspirantes, aparece el sexy y pulcro Max Bankman (Jackson), aparentemente sobrecalificado para el puesto. A los pocos minutos el profesional ya tiene que atender a un paciente a puro vómito. Enseguida, otra complicación, un turista con perforación de tráquea. Así pasará cada vez que se relaja…

Don Johnson como el capitán del crucero.

Una escena de playa en el primer capítulo ya nos resume el espíritu de la serie: la tripulación baila el hit Despacito -ése de Luis Fonsi que tanto taladró tímpanos- y de eso se trata el asunto: diversión sin metáforas, liviandad, placer, superficialidad. A veces hay que tirar por la borda los prejuicios.

Flechazos, besos, sexo casual. Cada camarote es un universo y cada viajero que visita el consultorio sobre el agua, también. Entre juegos de seducción y suero, vemos al «doc» tratar a hombres y mujeres con «emergencias» o problemas un tanto rebuscados o poco realistas para unos días en un crucero, como sífilis o complicaciones con cirugías estéticas.

La historia parece confeccionada para hacernos ejercitar el archivo mental, jugar a encontrar un espejo en viejas ficciones. Entretenimiento de rápida digestión, como si nos invitaran a comer algo frugal.

Entre los momentos de viejas referencias, aparece un tributo a James Cameron (Titanic): cual Leonardo DiCaprio en la proa, un pasajero grita «¡soy el rey del mundo!» y, al caerse, sufrirá hipotermia.

El doctor (en el centro) y sus dos enfermeros a bordo.

El «héroe» flotante (tan recordado por la serie Dawson’s Creek) arrastra un trauma relacionado al coronavirus que irá soltando de a poco y nos ayudará a entender parte de esa extraña decisión de dedicarse a la medicina en cruceros.

La explicación de este éxito -en los Estados Unidos se estrenó en el canal ABC y superó los 13 millones de espectadores-, tal vez tenga que ver con ese sello que apela a la nostalgia de clásicos, y también a lo visual, lo hipnótico del crucero, con sus piscinas, jacuzzi y recovecos.

Lo que hace ágil al producto es el ingreso permanente de figuras invitadas cada episodio de los 13, tal como ocurría con El crucero del amor cada semana. En distintos capítulos, se puede ver a Shania Twain, Gina Gershon, John Stamos y más.

El desfile de lugares comunes es un propósito en sí. El creador de esta ficción es el exitoso Ryan Murphy (American Horror Story, Glee y tantas más) y su radar se orientó a eso que el público muchas veces quiere ver, pero no confiesa que ve.

Dr. Odissey podría entrar en esa pintoresca categoría de series que nos hicieron pasar un buen rato, pero socialmente no contaríamos.

Un crucero con algunas situaciones inverosímiles

Ficha

Calificación: Regular.

Drama Protagonistas: Joshua Jackson, Don Johnson, Phillipa Soo y Sean Teale Creación y dirección: Ryan Murphy y otros Emisión: 13 episodios por Disney+.

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