El Senador provincial destacó la importancia de la unidad dentro de la Unión Cívica Radical y la necesidad de consolidar un liderazgo antes de definir candidaturas. Señaló que dada la coyuntura política el radicalismo comparte algunos puntos con los votantes de Javier Milei, como la estabilidad fiscal y la previsibilidad de gobierno, pero con un enfoque humanista basado en la educación y la planificación. Además, ratificó que el Partido presentará su candidato y que es muy probable que el provenga del grupo de intendentes.
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El senador provincial y dirigente de la Unión Cívica Radical, Noel Breard, entrevistado por Radio Sudamericana, destacó la importancia de la unidad dentro del partido y la necesidad de consolidar un espacio con liderazgo antes de definir candidaturas.
Subrayó que el radicalismo debe manejar los tiempos con prudencia, evitando apresuramientos, y trabajar de manera simultánea en la integración de distintos sectores. También resaltó la relevancia de la historia política de Corrientes en la defensa de la libertad y la institucionalidad, reivindicando la trayectoria del partido en estos valores.
En este contexto, enfatizó que el radicalismo no busca imponer un líder de antemano, sino construir un equipo con la posibilidad de sumar nuevos actores al proyecto.
En relación con la coyuntura política, Breard sostuvo que el radicalismo tiene puntos en común con los votantes de Javier Milei, especialmente en aspectos como la estabilidad fiscal y la previsibilidad de gobierno, pero remarcó que su partido agrega un enfoque humanista basado en la educación y la planificación.
Sobre las elecciones, afirmó que el radicalismo tendrá su candidato y aseguró que hay una alta posibilidad de que el postulante provenga del grupo de intendentes.
¿Cuál es el compromiso de la conducción radical a partir de ahora?
—El compromiso del radicalismo es hacer posible la unidad, impulsar capacitaciones y jerarquizar el espacio. La convocatoria que tuvo en el Espacio Los Andes fue espectacular. Por la mañana, en el Comité Central, se llenó de militantes, y en el Espacio Los Andes, no quiero exagerar, pero había entre 3.000 y 4.000 dirigentes. Eso representa un espacio de poder muy grande, con liderazgo. Ahora estamos en una etapa en la que debemos manejar los tiempos con cautela. Primero, hay que dejar que las cosas se asienten. A veces uno se apresura y lanza candidaturas individuales, lo cual no sé si es lo más prudente, pero lo hice. Lo importante es construir con paciencia, para que las cosas salgan bien y, cuando sea el momento adecuado, el «submarino» emerja. Aún hay tiempo. Debemos canalizar este proceso de manera racional y encontraremos la mejor estrategia.
TRABAJO
SIMULTÁNEO Y MÚLTIPLE
¿Pero con los propios, con los radicales que faltan?
—Pedro Braillard viajó a Entre Ríos junto con el gobernador, lo cual me dio una gran alegría, en el homenaje a la batalla de Caseros. Allí rindieron homenaje y el gobernador dio un discurso excelente, en el que defendió la participación de Corrientes desde su libertad preexistente. Es decir, el gobernador sostiene que la libertad y la igualdad son fundamentales, pero que la libertad de los correntinos no apareció con Milei. Milei puede complementarla, pero nosotros tenemos una historia de defensa de la libertad. Armamos cinco ejércitos en su nombre. Digo esto para que se entienda nuestra historia: la historia de la lucha por la libertad y contra el interés portuario. En ese sentido, Pedro Ferré es el rostro perfecto de lo que significó esa lucha federal en serio, desde lo institucional. Somos la segunda provincia de la región propia desde 1821.
¿Qué etapa de construcción política comienza ahora para el radicalismo?
—Nosotros llevamos adelante un trabajo simultáneo y múltiple. Queremos unir todo el sector que tenemos, ampliar y, sobre todo, trabajar con todos aquellos que deseen participar. No importa los sellos, no importa la opinión del radicalismo en algunos aspectos; ahí sí tenemos diferencias. Ahora bien, si alguien que es radical quiere ocupar un rol, el radicalismo está abierto para que lo haga. Lo que no puede pasar es que el número uno ya esté definido de antemano. No andamos buscando un número uno.
¿Ya está?
—No, el número uno en liderazgo.
Ah, yo pensé que hablaba de la fórmula.
—No, no, no. Yo digo, es Valdés. No andamos buscando el número uno. Esto lo estamos consolidando entre todos, con el equipo. Ahora, todos pueden sumarse, reconociendo eso o aceptándolo en mayor o menor medida, pero pueden entrar. No hacemos problemas.
«Quienes votan a Milei
también pueden votarnos»
¿Y hay posibilidades de un entendimiento, por ejemplo, con La Libertad Avanza?
—El discurso de Valdés en el Espacio Los Andes, que aclaro, no soy su intérprete, pero dice lo siguiente: primero, reivindica la libertad de la que estoy hablando, la libertad preexistente, y también reivindica la igualdad. Eso es el radicalismo, ese es su ADN: la educación pública. Además, tenemos un valor preexistente, que Polich explicó muy bien. Tenemos equilibrio fiscal, no estamos endeudados, no debemos en dólares, no tenemos compromisos financieros de ese tipo. Nosotros ya hicimos ese trabajo. Eso resulta atractivo para quienes en su momento votaron a Milei a nivel nacional. Es atractivo votar a alguien que ya cumplió. Entonces, eso nos genera puntos de coincidencia, al menos en esos temas.
Después, nosotros le agregamos al concepto de mercado un sentido humanista: el valor de la educación pública, de los hospitales públicos. No creemos en la mano invisible, sino en la iniciativa privada, pero coordinada y planificada en proyectos como los planes 2030. Creemos en la planificación y en la iniciativa privada para que los ciudadanos que votaron a Milei también puedan votarnos a nosotros, reconociendo estos principios de los que hablo.
Pero en la alianza, ¿hay posibilidades de ir juntos a nivel provincial?
—Eso me excede. No puedo responderlo.
Está bien. Esa es una descripción muy ajustada de lo que usted observa, pero el escenario que viene todavía se está configurando.
—Lo que creemos es que hay un porcentaje alternativo dentro del electorado. Hay fragmentación, pero no hay una oposición con una alternativa clara. Primero, porque uno puede ser oposición, pero hay que discutir si realmente lo es. Yo creo que no todos los sectores que se presentan como opositores lo son realmente. En segundo lugar, para ser alternativa, hay que construir coherencia y proyecto. Y hoy, lo que vemos es más fragmentación que una verdadera alternativa.
«Hay una gran posibilidad
de que sea un intendente»
¿Y el radicalismo tiene su candidato?
—El radicalismo va a tener su candidato. Se está construyendo, pero todavía estamos en una etapa de bosquejos.
¿Podría salir de algún intendente actual?
—Podría ser o no. Pero hay una gran posibilidad de que sea un intendente, sí. Sin embargo, hay que esperar. Todos están en el bolillero. Lo que necesitamos es un proceso de maduración, de mucha conversación. Lo primero que tenemos claro es que debemos ganar porque la gente necesita previsibilidad. En segundo lugar, debemos garantizar gobernabilidad, y eso hay que construirlo. Hay varias etapas que discutir. Lo vamos a conversar con todos y, después, llegará el embudo final, que es la palabra del gobernador. Esa es la última palabra. A algunos les molesta, pero así funciona el sistema en cualquier parte del mundo. Luego vendrá el proceso interno.