La madrugada del domingo 29 y lunes 30 de junio trajo consigo una postal inusual y largamente esperada: la ciudad de Mendoza y sus alrededores amanecieron cubiertos por un manto blanco de nieve, algo que no ocurría con esta intensidad desde julio de 2017. La ola polar que azota gran parte del país provocó un fenómeno meteorológico que sorprendió tanto a residentes como a turistas, y reavivó la memoria colectiva de aquellos inviernos en los que la nieve era un espectáculo reservado para la alta montaña.
Aunque las zonas cordilleranas de Mendoza suelen teñirse de blanco durante el invierno con la ola polar de todos los años, la caída de nieve en el llano, es decir, en la capital provincial y sus alrededores, es un evento poco frecuente.
La última gran nevada en el Gran Mendoza se había registrado el 16 de julio de 2017, y desde entonces solo se habían producido precipitaciones menores, como la del 15 de julio de 2022, que afectó a zonas puntuales como Luján de Cuyo y Maipú.
Esta vez, sin embargo, la nevada fue generalizada. Desde las primeras horas del domingo, copos de nieve comenzaron a caer sobre todos los departamentos de la provincia, cubriendo techos, árboles, plazas y jardines. El Parque General San Martín, la plaza Independencia y otros espacios emblemáticos se llenaron de familias, niños y hasta mascotas que salieron a disfrutar del fenómeno, abrigados con gorros, bufandas y guantes.
El fenómeno fue provocado por una intensa ola de frío polar que afecta a gran parte del país, con temperaturas mínimas que en algunas zonas de la Patagonia llegaron a los -20?°C y registros por debajo de 0?°C en el centro y norte del país. En Mendoza, las mínimas descendieron hasta los -5?°C, y la máxima del domingo apenas alcanzó 1?°C3.
La combinación de aire de origen antártico y altos niveles de humedad generó las condiciones ideales para que la nieve se manifestara incluso en zonas de baja altitud. Según el Servicio Meteorológico Nacional, este tipo de eventos son raros pero no imposibles, y podrían repetirse en los próximos días si persisten las condiciones actuales.
Rutas
Si bien la nevada fue celebrada por muchos, también trajo consigo complicaciones. Las rutas provinciales y nacionales de Mendoza se vieron afectadas por la acumulación de nieve y la formación de hielo, lo que obligó a las autoridades a cerrar temporalmente algunos tramos y a exigir el uso obligatorio de cadenas para circular.
Entre los sectores más comprometidos estuvieron la ruta 40 en El Sosneado, la ruta 89 del Manzano Histórico en el Valle de Uco, y la ruta provincial 52 entre el Hotel Villavicencio y Uspallata, donde se registraron más de 4 centímetros de nieve acumulada. A pesar de estas dificultades, el paso internacional Cristo Redentor se mantuvo habilitado gracias al trabajo de las máquinas de Vialidad.
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