La fuerte devaluación del peso argentino entre mayo y agosto de 2025 no derivó en un abaratamiento general en dólares ni logró mejorar de manera sustancial la competitividad externa. Aunque en ese lapso el tipo de cambio real avanzó 13,5%, el país sigue mostrando precios elevados frente a otras economías, tanto en bienes como en algunos servicios, de acuerdo con un reporte del IERAL de la Fundación Mediterránea elaborado por Marcelo Capello y Federico Belich.
En principio, la suba del dólar en los últimos cuatro meses podría leerse como un impulso automático para los productos argentinos en el mercado global. Pero el análisis demuestra que la dinámica es más compleja.
«La competitividad cambiaria es un concepto relativo, que también depende de lo que ocurra en otros países con la inflación y sus propios tipos de cambio. Además del hecho que la competitividad estructural depende de muchos otros factores (impuestos infraestructura, etc.), no solo del tipo de cambio», puntualiza el trabajo, que compara precios de alimentos y bebidas, bienes durables y servicios entre distintos países.
Tras la devaluación, ¿Argentina sigue siendo cara en dólares?
Argentina sigue siendo cara en alimentos y bebidas
En alimentos y bebidas, la comparación de diez productos en diez países muestra que Argentina resulta más cara en el 48% de los casos. Brasil figura como el mercado más barato en todos los ítems relevados, mientras que en Chile y México alrededor del 60% de los bienes cuestan menos que en Argentina; en China la proporción asciende al 80%. En contraste, en naciones desarrolladas como Estados Unidos, Francia, Australia o Corea del Sur, entre el 80% y el 100% de los precios superan a los argentinos.
Dentro de esa canasta, el país es costoso en agua mineral, pero más accesible en huevos, papas y carne bovina. Aun con ventajas como la productividad agropecuaria y los derechos de exportación que deberían presionar a la baja los precios internos, la mejora no se refleja en la comparación internacional. Entre mayo y agosto, la devaluación no consolidó cambios relevantes en la posición relativa de los alimentos.
En bienes durables como autos, motos, bicicletas, electrodomésticos e indumentaria, Argentina encabeza el ranking de precios altos en el 90% de los productos comparados. El informe atribuye este fenómeno a «la combinación de alta protección comercial y elevada carga tributaria interna. Por un lado, los derechos de importación (DIM) y las restricciones al ingreso de bienes encarecen notablemente los precios locales. Por otro lado, los impuestos internos -IVA nacional, Ingresos Brutos provinciales y municipales, impuestos específicos y el impuesto a los débitos y créditos bancarios- terminan reforzando esta brecha».
También es más cara en bienes durables
En televisores, vestidos y zapatillas, los precios locales son los más elevados del grupo, pese a tratarse de bienes transables que deberían converger internacionalmente en dólares. En indumentaria y calzado (jeans, vestidos, zapatos de vestir, zapatillas), el país incluso se encareció en relación con Chile y Corea del Sur, aunque la diferencia fue acotada. En bienes durables (heladeras, Smart TV, motos, bicicletas, freidoras), logró reducir brechas en un rango del 15% al 20% frente a la mayoría, pero sigue siendo caro en términos absolutos.
En cuanto a servicios, Argentina resulta más costosa en un 36% de los casos. Frente a Brasil, la diferencia es amplia: 80% de los ítems son más caros aquí. En México la proporción es del 50% y en Chile del 40%. En los países desarrollados, en cambio, los servicios suelen superar a los precios argentinos. Según el relevamiento, el país «aparece relativamente caro en una comida en restaurante, pero barato en expensas de departamento, cuota de gimnasio, viaje en taxi, educación preescolar, boleto de transporte urbano y precio de la nafta».
Cómo quedan los servicios en Argentina frente a otro países
La evolución entre mayo y agosto reflejó movimientos dispares: el servicio de internet por cable ganó competitividad, el plan de celular se mantuvo sin cambios, y las expensas de un departamento de 85 m² se encarecieron. También hubo deterioro en la comparación de la cuota de preescolar y del gimnasio.
En transporte y gastronomía se dieron contrastes: el boleto urbano se encareció frente a casi todos los países, con un salto del 20% respecto a China y Chile. El taxi, en cambio, mejoró con caídas del −15% frente a Polonia y del −12% frente a China. La nafta mostró una ligera ventaja frente a la mayoría de los mercados. En el rubro gastronómico, el cappuccino subió frente a algunos países, mientras que una comida para dos personas encareció frente a Chile (+15%) y China (+9%), pero mejoró en relación con otros destinos.