El ministro Caputo sigue endeudando al país, pero no llega a juntar los dólares del vencimiento de enero. Columna de economía de El Círculo Rojo, un programa de La Izquierda Diario en Radio Con Vos.
Sábado 13 de diciembre 13:42
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- El ministro de Economía, Luis Caputo, ensayó esta semana una vuelta al mercado de deuda en dólares. Desde el oficialismo se presentó la operación como exitosa, pero hay varios factores que ponen en duda el exitismo del gobierno.
- Uno de estos factores es que la colocación se realizó bajo jurisdicción local. No fue bajo jurisdicción extranjera, como son las tradicionales operaciones de colocación de deuda en dólares. Pero como la colocación fue en dólares estadounidenses, es decir una moneda extranjera, el gobierno juega con la idea de que se volvió al mercado internacional de deuda, algo que no es del todo cierto.
- Es evidente que la colocación de deuda, bajo ninguna jurisdicción, trae algo favorable para quien no pertenezca al mundo financiero, mucho menos si es con jurisdicción extranjera, que consiste en una entrega de soberanía a tribunales de las potencias imperialistas.
- Otro de los factores que ponen en duda el éxito es la tasa de interés que ofreció el gobierno. El bono emitido paga un cupón (una tasa de interés) de 6,5% anual. Parece una tasa baja dado el riego país de Argentina que cerró el viernes en 624 y lo cual presupone que Argentina debería pagar una tasa de cerca del 10 % para endeudarse: esto es el resultado de lo que paga un bono del Tesoro estadounidense (alrededor de 3,75%) de características similares al emitido en Argentina más la sobretasa que surge del Riesgo País.
- En realidad, como el mismo Caputo informó en la red social X “El rendimiento al precio de corte resultó en una tasa anual de 9,26%, equivalente con un diferencial de 550 puntos básicos por encima de los bonos del Tesoro Americano de igual duraciónU$S1.000 millones”.
- Otro de los factores, que se desprende del anterior, es que Economía no recibió U$S1.000 millones, sino U$S910 millones. De este menor valor pagado por los bonos surge el rendimiento de 9,26% que informó Caputo.
- Muchos analistas resaltaron que esa tasa es superior a la que pagaron Jorge Macri en la Ciudad de Buenos Aires y Maximiliano Pullaro en Santa Fe por colocaciones de deuda similares.
- Además, los suscriptores fueron bancos y aseguradoras locales que fueron empujados con una serie de beneficios para que compren el bono. Los inversores de Wall Street no participaron.
- No solo eso. El ministro con esos U$S910 millones que colocó de deuda todavía está lejos de cubrir los compromisos de deuda en dólares que vencen en enero: entre capital e intereses existen vencimientos por casi U$S4.700 millones el primer mes de 2026.
- Por este motivo, Caputo sigue negociando con bancos internacionales que le presten y poder cubrir ese vencimiento, pero las negociaciones parecen trabadas.
- El tema clave es que el Banco Central no acumula reservas. De hecho, sus reservas netas son negativas en más de U$S10 mil millones. Y atada a la no acumulación de reservas, emerge una discusión sobre la cotización del dólar, como otro tema central.
- En Nueva York estarían interesados en que el dólar se encarezca para que el Banco Central junte reservas y ellos puedan cobrar su deuda. El gobierno se aferra al ancla cambiaria del dólar planchado como única solución a todos los males del país.
- El FMI en este punto coincide con los lobos de Wall Street: quiere que se junten reservas y que se mueva el dólar hacia arriba. Tal vez, no solo eso. Cada vez hay más evidencias que Caputo no podrá cumplir con la meta fiscal a pesar del ajuste eterno del gobierno de Milei.
- El ministro Milei y Caputo también enfrentan otros problemas más sensibles para el humor social: la inflación desde mayo muestra cifras ascendentes y en noviembre escaló al 2,5 %; por otro lado, son cada vez más evidentes las muestras de una crisis industrial que avanza.
- El gobierno se aferra a un dólar planchado y a la fantasía de un «regreso» a los mercados mientras los lobos de Wall Street y el FMI presionas por la suba del dólar y miran cómo la inflación y la recesión devoran al país.
- Caputo y Milei siguen hablando el único idioma que conocen: el de los «mercados» que ya demostraron ser insaciables y que, al final de este camino, solo dejarán una mensaje claro: el ajuste no es un fin en sí mismo, es solo la llave para la habilitar una entrega de soberanía cada vez en mayor escala.
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Pablo Anino
Nació en la provincia de Buenos Aires en 1974. Es Licenciado en Economía con Maestría en Historia Económica. Es docente en la UBA. Milita en el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS). Es columnista de economía en el programa de radio El Círculo Rojo y en La Izquierda Diario.
