La Justicia de Estados Unidos levantó el embargo de fondos del criptoescándalo $LIBRA y autorizó a Hayden Davis a transferir criptoactivos valuados en casi 60 millones de dólares a una billetera de Argentina.
El fallo que este martes firmó la jueza federal Jennifer L. Rochon, del Distrito Sur de Nueva York, respalda la nueva estrategia que el CEO de la firma Kelsier Ventures lanzó a fines de julio, cuando cambió argumentos en el caso por el que lo investigan en Nueva York.
El levantamiento de los embargos es sobre todas las wallets de Hayden Davis. Incluye las billeteras de $LIBRA y aquellas que habían recibido dinero cuando el token comenzó a desplomarse el 14 de fabrero a la noche
En este último concepto se estiman ganancias por 58 millones de dólares en USDC (una stablecoin vinculada al dólar estadounidense), en dos wallets diferentes: una identificada como 61yk, la cual tiene 44,6 millones de dólares en USDC, y una segunda billetera, identificada como Libra Team Wallet 1 (o Defc) con un total de 13,4 millones de dólares en USDC. Esta última billetera había sido una de las ocho que participaron en la creación de la criptomoneda $LIBRA.
Además, tiene 17 millones de dólares más en la cripto Solana, que sufrió un derrumbe tras el estallido del escándalo, aunque ese monto no estaba alcanzada por el congelamiento.
La novedad en el caso judicial en Estados Unidos le permitiría a Davis girar esos fondos a una billetera en la Argentina, relacionada con «Viva la Libertad Project», el proyecto que promocionó Javier Milei en las redes segundos después de las 19 del 14 de febrero pasado. Con ese movimiento busca desvincularse del escándalo.
El fallo «le permite mover los USDC (~58 M) que aún siguen freezados técnicamente» y «le permite acceder a 20.8 M de $LIBRA por mes y de mover y disponer de otro tanto que ya tenía en su poder», explicó Fernando Molina, uno de los expertos informáticos que sigue el caso y el trazo del dinero.
En su pedido de descongelar esos fondos, Hayden Mark Davis consideró que la querella no aportó a la Justicia suficientes motivos para sostener la denuncia y la inmovilización de los fondos. La presentación la había iniciado un inversor particular llamado Omar Hurlock, que alegó haber perdido 50 dólares. Esperaba sumar otros denunciantes a la demanda para avanzar con una accion colectiva («Class action»), pero no tuvo éxito.
Como parte del cambio de estrategia, Davis le respondió a Hurlock que $LIBRA era una memecoin y que, en ese contexto, los inversores sabían a qué se atenían al adquirir esos tokens. El uso del término memecoin fue un golpe de timón, ya que así se conoce a los token de carácter especulativo.
“El demandante ni siquiera acredita haber sido víctima directa. Está intentando liderar una acción colectiva sin demostrar su propio perjuicio”, planteó la defensa de Davis.
En ese nuevo rumbo judicial, también apuntó a Milei: aseguró que el negocio se cayó cuando el Presidente borró el tuit.
«La Argentina Liberal crece!!! Este proyecto privado se dedicará a incentivar el crecimiento de la economía argentina, fondeando pequeñas empresas y emprendimientos argentinos. El mundo quiere invertir en Argentina», rezaba el mensaje que el Jefe de Estado publicó en su cuenta de X, con un link a la página de Viva La Libertad Project y al contrato de $LIBRA.
Esos términos se contradicen con la estrategia de que esa cripto era una memecoin, como alega ahora Davis. Luego Milei borró su mensaje porque, dijo, «no estaba interiorizado en los pormenores del poyecto».
A fines de julio la defensa había marcado este martes 19 de agosto como una fecha clave. Uno de los objetivos de la defensa es sacar la causa de los tribunales de Nueva York y llevarla a otra jurisprudencia más favorable, como Argentina o el estado de Texas en Estados Unidos.
Una eventual transferencia de fondos buscaría limpiarlo también en la denuncia radicada en nuestro país. Los 58 millones de dólares representan poco más de la mitad del dinero que se vincula a Davis, quien confesó haberse quedado con unos 110 millones de dólares en los días posteriores a la explosión del escándalo.
AGE