Con el escenario postelectoral de un Javier Milei fortalecido, el fuego amigo y la interna libertaria volvieron a escribir capítulos con la reactivación del caso Spagnuolo. Porque la situación del extitular de la Agencia Nacional de Discapacidad (Andis) repercute nuevamente en el entorno del presidente que tiene alineado a Karina Milei con los Menem como un polo contrapuesto al poder que intenta sostener Santiago Caputo.
Atentos a esto, en Córdoba, al margen de la triada de opositores que integran Luis Juez, Rodrigo de Loredo y Gabriel Bornoroni -los tres con el mismo objetivo de ser candidatos a gobernador-, en el esquema libertario se empezó a tejer una especie de operativo clamor para que Santiago Caputo se convierta en el candidato a vicepresidente de Milei cuando este busque la reelección.
Los que están detrás de esta estrategia en Córdoba son los cercanos al escritor Agustín Laje, dueños del relato de la batalla cultural que, entre otras cosas, rechaza el acercamiento a los radicales y a algunos extrapartidarios. Como así también son distantes de la figura de Bornoroni como único interlocutor de los libertarios cordobeses con Casa Rosada.
«El candidato a vicepresidente de Javier tiene que ser Santiago. No creo que deba haber discusión con ese tema. Aparte, la injerencia en el Gobierno de Caputo ahora es pedida desde Estados Unidos», reconoció a LPO un libertario que empuja la fórmula Milei-Santiago 2027.
En este espacio creen también que Karina irá por Martín Menem en ese casillero del binomio para acompañar a su hermano en dos años y es por esto por lo que tienen decidido bloquear la receta de la secretaria general de la Presidencia.
Además, en Las Fuerzas del Cielo saben que Karina tiene prevista una recorrida por las provincias para fortalecer a sus armadores y agradecer la fiscalización del 26 de octubre, como así también el resultado en los territorios que se pintaron de violeta. Una de esas provincias es Córdoba, donde el esquema que armó Bornoroni con Gonzalo Roca al tope de la boleta dio uno de los batacazos a nivel nacional y le ganó a Provincias Unidas que llevaba como candidato al tres veces gobernador, Juan Schiaretti.
Por esto, la estrategia de la conformación de fórmula nacional puede repercutir también en la provincia mediterránea. Fundamentalmente porque Bornoroni se paró desde la centralidad libertaria y articula con una porción del radicalismo que desconoce a De Loredo como líder, con el Frente Cívico en un diálogo directo con Luis Juez y ahora está terminando de absorber al PRO mediante el acuerdo que tejió con Patricia Bullrich.
En Córdoba, los amarillos quedaron desdibujados por los traspasos del bullrichismo al armado libertario y por la escasez de músculo que ahora tiene Mauricio Macri para conducir.
Con esa tropa, en un año y meses Bornoroni tributará a Karina una porción con radicalismo, juecismo y dirigencia con pasado reciente en el PRO para presionar a la banda de Santiago Caputo con ‘las Fuerzas del Cielo’ que intentará revertir el renunciamiento que en las Legislativas tuvo Laje amparado en su formación universitaria en España.
En Córdoba, igual saben que siempre gana Karina. Y, por consiguiente, Bornoroni. Una fuente libertaria adhirió a la posibilidad de que Santiago presione por ese lugar, pero graficó lo que pasó en la provincia mediterránea en el último armado de boleta: «Santiago presionó para que en la lista fueran (Franco) Mogetta y (Evelyn) Barroso, la pastora. Uno ni figuró en la lista y la otra no entró, simple. En los momentos clave siempre se impone Karina. Es casi una regla eso».
Creen que lo único que puede modificar esa aritmética es una irrupción con candidatura presidencial de Victoria Villarruel. Si la vice se lanza, en Córdoba tiene un núcleo duro que la respaldaría, pero como también graficó una fuente «con un poder de 8 puntos». «Podría ser como una ‘Natalia de la Sota’ para los libertarios. Algo que se te pueda ir por afuera», simplificó.
Mientras eso pase con la tensión por la fórmula presidencial 2027, en el diálogo con los gobernadores estarán atentos a qué esquema prevalece por fuera de la órbita que intenta controlar el ministro del Interior, Diego Santilli: el eje de Karina y los Menem; o el despacho y la botonera de Santiago Caputo.
